lunes, noviembre 28, 2016

HUERTO FAMILIARES: UNA ALTERNATIVA ECONÓMICA

Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 28 diciembre 2016
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HUERTO FAMILIARES: UNA ALTERNATIVA ECONÓMICA

En nuestra zona, Retiro, Longaví y Parral, zona productiva, económica agropecuaria y agraria por excelencia, es importante mirar hacia los pequeños huertos familiares que se pueden implementar en nuestros propios patios en cada domicilio. Se requiere inventiva y ganas de producir nuestras propias verduras y frutos, lo cual mitiga el gasto económico del hogar en relación a aquellos productos que se deben comprar y que se produzcan en el propio domicilio.

Se requiere, un tanto de tierra de hojas, diferentes tiestos y recipientes donde plantar según las propias necesidades de la familia: Tomates, lechugas, cilantro, apio, perejil, zanahorias, zapallos, acelgas, lechugas, entre tantos otros.
Si nuestra producción es en pequeños recipientes, la necesidad de agua se mitiga, regando sólo lo necesario, utilizar plástico para cubrir nuestros almácigos del peligro de heladas, usar varillas para guiar su crecimiento, ordenar cada planta con espacio suficiente para que despliegue todo su follaje y aumente su producción.

El ahorro económico que se puede alcanzar con un pequeño huerto familiar es notable, además de utilizar estos productos cuando, efectivamente, se requieran, de la huerta a la cocina, frescos y tiernos.
A veces, creemos no disponer de espacio suficiente para producir productos vegetales, pero organizando, apropiadamente, nuestro patio, podemos lograr resultados inesperados. Esta actividad no requiere gran experiencia, sólo ganas, intención y dedicación.

Cuando en el mundo moderno está escaseando la alimentación a nivel global, nosotros podemos encontrar alternativas viables de producir nuestras frutas y verduras.

Así mismo, es común informase sobre la creación de invernaderos familiares o comunitarios que requieren de una cierta logística más avanzada, pero que en nuestras comunidades rurales ofrecen importantes beneficios a quienes se ponen manos a la obra. Del mismo modo, hoy por hoy, se proponen huertos comunitarios, en que la comunidad organizada puede recuperar espacio en desuso para construir huertos que beneficien a todos los vecinos. Del mismo modo, en el Área de Educación Escolar se promueve la construcción de huertos escolares, los cuales benefician a los mismos alumnos que participan de esta iniciativa.
Honestamente, creo, que esta propuesta es una importante ayuda y colaboración para la familia y comunidades organizadas, en primer término se aprende sobre una vía de trabajo familiar y social que ofrece gran retorno económico, además de la oportunidad de laborar en la producción de los elementos necesario y fundamentales para mejorar nuestra dieta, calidad de vida y vida saludable que se promueve en nuestra sociedad debido a los problemas graves que tenemos en torno a la dieta alimentaria de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.

Además, nos encontramos con el mérito del auto cultivo, una práctica que 
relaja el espíritu y fomenta habilidades y destrezas que se interrelacionan con oficios disponibles para el tiempo de ocio en que vivimos en estos tiempos que corren.

Ojalá que niños, jóvenes y adultos le den sentido a los huertos familiares y comunitarios, lo que produce satisfacción y emoción en una tarea bien hecha y que da beneficios inmediatos.

Desde ya, entusiasmarse, nuestra madre tierra necesita una pequeña ayuda para maravillarnos con la germinación de frutas y verduras en un lapso breve de tiempo, allí, a la mano, cosechar todos los días el fruto de nuestro trabajo.
Entonces, fomentar en las Escuelas esta práctica, que además el Ministerio de Educación propone como un taller escolar que ofrece frutos y resultados en el corto tiempo, sobre todo en aquellas Escuela rurales que disponen de espacio físico disponible.

Qué, la próxima visita en su casa, pueda disfrutar de una ensalada de tomates, macerada con cebollas, cilantro y perejil que proviene del huerto familiar instalado en un rinconcito del patio.

Redescubramos lo natural, volvamos la mirada hacia nuestros antepasados quienes por necesidad imperiosa, disponían un huerto en cada hogar.

Marcelo Sepúlveda Oses

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