CHILE, UNA FIESTA EN EL BICENTENARIO
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 06 Setiembre 2010
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 06 Setiembre 2010
Primavera, cuecas y tonadas, en el aire se respira un ambiente de celebración, los chilenos cumplimos 200 años de historia independiente y soberana..
Septiembre se trasforma en un mes especial, cada ciudadano, cual más, cual menos, percibe un estado de ánimo particular. El astro rey alumbra con renovado brillo, aves y flores anuncian el próximo cambio de estación, el amor de pareja toca a la puerta de los enamorados…
Septiembre se trasforma en un mes especial, cada ciudadano, cual más, cual menos, percibe un estado de ánimo particular. El astro rey alumbra con renovado brillo, aves y flores anuncian el próximo cambio de estación, el amor de pareja toca a la puerta de los enamorados…
Quizás, hoy por hoy, las nuevas generaciones adoptan formas distintas de celebrar, quizás la fiesta y la música encarna diversos ritmos y melodías, pero en septiembre, la cueca se instala como modo de expresión general. Quizás debiéramos rememorar los juegos populares: El trompo, los volantines, la rayuela y tantos otros. Ser público en un rodeo o carrera a la chilena entusiasma a muchos, actos y desfiles se replican en cada comuna, pueblo o villorio, los niños trenzan guirnaldas y el pabellón patrio flamea al viento digno e imponente.
Como Nación, Estado y País tenemos tareas pendientes, la distribución de la riqueza no es equitativa y los pobres continúan siendo pobres, vagabundos, mendigos y desamparados recorren las calles en busca de abrigo y alimento para sobrevivir, la delincuencia se constituye en un mal nacional, el tráfico de drogas agrede a los jóvenes y adultos, el alcoholismo se erige como enfermedad grave de consecuencias insospechadas, debemos resolver el conflicto mapuche y nuestra relación con las etnias originarias, no hemos asumido una visión global del cuidado del medio ambiente que respete el reino animal y vegetal, que cuide los biene naturales tangibles sobre todo, aquellos no renovables. Es necesario fomentar valores y buenas costumbres en nuestra vida cotidiana, fortalecer la calidad de la educación, la salud y el cuidado de los adultos mayores.
Durante el transcurso de estos últimos dos siglos, hemos realizado avances sustantivos en los más diversos ámbitos del quehacer nacional, desarrollamos la técnica y la tecnología, tenemos mejores condiciones laborales, igualdad de derechos ante la ley, oportunidades de desarrollo académico y profesional insertos en un mundo globalizado, tiempo de ocio y tiempo libre, pero, lamentablemente, no todos tienen las mismas oportunidades y así, nos fraccionamos en grupos sociales, en clases estigmatizadas de acuerdo al ingreso económico y los recursos disponibles.
Más, a pesar de los grandes conflictos y problemas no resueltos, a pesar del individualismo y materialismo compulsivo, sigo amando a mi patria, al sur del sur que se recorre desde el desierto florido en Atacama, desde valles y cuencas poblados de uvas, verduras y hortalizas, admirando los grandes ríos: el Maule, el Bio-Bío y el Calle calle, descolgando emoción ante las Torres del Paine, los canales y fiordos, mi Antártida bendita preñada de agua. Continúo amando a mi patria hecha cordillera mineral y virgen piadosa, amando mi océano, el pacífico generoso que nos alimenta. Amando a los hombres y mujeres del bicentenario herederos del siglo XXI y constructores del porvenir.
Marcelo Sepulveda Oses
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