domingo, agosto 02, 2009

UNA OPINIÓN / LA LÍNEA INFORMATIVA DE LA TELEVISIÓN CHILENA
Enviado por Luis Espinoza Olivares el 02 Agosto 2009
La línea informativa de la Televisión chilena… Cuando hoy se hace más necesario que los medios de comunicación se empeñen en contribuir a formar a la opinión pública en valores que fortalezcan la positiva convivencia nacional, la Televisión chilena insiste en subrayar que las notas informativas policiales son el centro del quehacer periodístico en nuestro país…
Así ha quedado demostrado en un reciente estudio realizado por expertos en temas sociales, quienes comprobaron que en total la televisión chilena (solo la señal abierta) transmite alrededor de 22 horas de informativos diariamente. En este tiempo, la televisión abierta enfatiza la información de tipo policial y futbolística. Es cosa de encender los informativos diarios de la televisión abierta y nos daremos cuenta de esta realidad. Es abrumador el tiempo dedicado a los hechos de delincuencia, policíacos, tribunales o futboleros. Es cierto que estos hechos son parte de nuestra realidad, pero no es válido que estos temas sean los más relevantes de nuestra diaria realidad. Asombra el ancho tiempo que la televisión abierta dedica a casos como los de niños y niñas que delinquen, pero por otra parte se ignora a los cientos de miles de niños y jóvenes que diariamente se esfuerzan por ser cada día mejores, ya sea a través del estudio o del deporte.
Para qué decir de otros Programas enfocados directamente a colocar en primer plano lo que ocurre con oscuros personajes marginados de la legalidad y de la sociedad… Ese es tema aparte.
En cambio, la otra Televisión, aquella emitida por cable o por señal privada, en su programación informativa permanente, enfatiza el tratamiento de temas de tipo cultural y de análisis de la realidad económica… Obviamente que el mensaje es diferente, contribuyendo este tipo de televisión a formar otra forma de opinión…
Derechamente se puede concluir que, con tan diferente forma de enfrentar los temas informativos y programáticos en general, la televisión en Chile está teniendo un comportamiento abiertamente clasista y discriminador, puesto que no se está siendo equitativo en la oportunidad de acceder por igual a la información. Alguien podrá argumentar que ello se explica por el hecho de la diferencia tarifaria en los servicios televisivos recibidos: de argumentarse así se estará validando la anterior opinión, en términos que para acceder a información objetiva, cultural y de calidad, será necesario disponer de más recursos económicos, previa contratación de la señal privada. ¿Por qué los chilenos no tenemos todos la misma oportunidad de disfrutar del mismo tipo de televisión? ¿Por qué quienes no pueden pagar por una televisión más cara deben privarse de programas culturales de calidad y deben aceptar que mayoritariamente la televisión abierta solo les muestre hasta la saciedad hechos delictuales y policiales? ¿Por qué existen dos tipos de televisión? ¿Acaso existen dos países llamados Chile, en los cuales se muestran realidades diferentes?
Aquí hay un tema pendiente para quienes consideran que caminamos hacia una sociedad más moderna: se hace muy necesario democratizar el acceso a los medios de comunicación, especialmente a la televisión. Un ejemplo: antiguamente cualquier chileno podía acceder a cualquier tipo de Programas televisivos, incluyendo la transmisión de juegos de fútbol chileno, ello se hacía por la señal abierta. Hoy, si se quiere acceder a este tipo de programación se debe contratar una señal privada, la que naturalmente es más onerosa y no está al alcance de todos.
No puede ser democrática una sociedad en la cual se accede a diferentes bienes y servicios básicos según sea la capacidad económica del usuario. Ello no solo es válido para el caso del acceso a la información y a la cultura, sino también para el acceso a la salud y a la educación de calidad. Estamos hablando de un acceso regular, con los medios que proporciona la propia fuente laboral de cada ciudadano, no del acceso vía subsidios sociales. Cada individuo debiera acceder libre y normalmente a cualquier producto o servicio mediante el ingreso generado a través de su propio trabajo o fuente laboral. Lamentablemente ello no se da en nuestro país, y se accede a los diferentes bienes o servicios según sea la solvencia económica de que se disponga. Ello no favorece la adecuada convivencia social…
Luis Espinoza Olivares

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