jueves, enero 12, 2012

TRANSFORMEMOS ESTE MUNDO

Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 09 Enero 2012
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En nuestro mundo, existen múltiples variables de la vida social y comunitaria que no podemos controlar, pero sí intentar facilitarnos las cosas con pequeñas acciones cotidianas. Mencionaré algunas necesidades sociales que conducirán el argumento de mi artículo: Pobreza, miseria, carencias económicas, mal trato en salud, educación, cultura, entre muchas otras, las cuales se determina, inequívocamente, en la inequitativa distribución de la riqueza. Los estados y las sociedades productivas privadas podrían generar espacios que permitan compartir de mejor manera las ganancias que produce el trabajo, pero existe acuerdo en que esto no es así. Hoy, nos enfrentamos a la situación de que unos pocos acumulan el mayor porcentaje de la riqueza y que otros muchos deben conformarse con muy poco.

Es de creencia popular que existes situaciones inmodificables y por tal se argumenta: “esto siempre ha sido así y nunca cambiará” Tremendo error, ya señaló Heráclito: Todo está siempre en permanente transformación. Cualquier cambio tiene dos resoluciones: Positivo o negativo, para bien o para mal. Entonces, la mayoría de los mortales espera un cambio positivo que afecte directamente a su existencia personal, que la recompensa por su trabajo le permita vivir dignamente y no sólo recibir lo mínimo para sobrevivir, sin derecho a disfrutar de los bienes y servicio que aquellos pocos disfrutan en la comodidad de su riqueza.

Desde hace muchos años en Chile, escuchamos que el estado, los gobiernos y los dueños de los medios de producción están pensando en el bien común, en el bienestar de las personas y en mejorar las condiciones de vida de la población. Pero, pasan los años, los gobiernos y seguimos tal cual. Las personas no perciben reales transformaciones en su vida social. Para ejemplo un botón, las poblaciones donadas por el Estado a los que tienen menores recursos se construyen lo más alejado posible de las grandes mansiones. Existen Colegios Particular Pagados a los cuales jamás un niño del “Programa Puente” podrá acceder, aunque sus capacidades intelectivas sean brillantes, o podemos hacer referencia a la nutrición y alimentación de la población, a menores recursos económicos de la familia, peor dieta y cuidados alimentarios.

Durante la elección Presidencial anterior el tema del cambio y la transformación de la vida social, política, económica y de todo orden sería una preocupación fundacional. Y me refiero a todos los candidatos en disputa, pues todos de una u otra manera apuntaban a las mismas estrategias para conseguir aquel importante voto ciudadano. Por tal, es lógico preguntar: ¿Cuánto tiempo más deberemos aguardar para solucionar los problemas sociales de la vida comunitaria?

Ahora, qué podemos hacer en nuestros pequeños mundos privados, cuál es la participación que nos compete para mejorar las condiciones de vida en Chile y el mundo? Primeramente, darnos cuenta de la evidencia incuestionable de nuestro argumento: Se constata una mala distribución de la riqueza. Luego confiar en que tal hecho puede cambiar y que todos, de común acuerdo, podemos colaborar para alcanzar tal propuesta.

También, es prioritario denunciar la injusticia, el error y las malas prácticas, como de hecho en los tiempos que corren se propone.

En la sociedad capitalista se erige como bien trascendente el capital y la ganancia, pero requerimos agregar un valor social de respeto y amor servicial por el otro.

Bajo el amparo de mi creencia personal, sigo creyendo en el hombre, que detrás de cada Empresa, Gobierno e Institución existen individuos, personas que pueden ayudar a cambiar este mundo, a transformarlo y construir, en mutuo acuerdo, una mejor sociedad, sobretodo, más justa, equitativa e igualitaria. Sólo el avance de los próximos años nos dará respuesta, mientras tanto, cada quien debe hacer lo suyo.

Marcelo Sepúlveda Oses

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