Con orgullo y gran admiración, hoy me refiero a Don Pablo Neruda quien nació en nuestra querida Reina Luisa del Parral cuando el siglo XX recién se inauguraba, tiempos difíciles, sobre todo, en relación al acceso y la cobertura educacional.
El poeta nace, un don o talento especial le acompaña desde el momento de su gestación, luego, poco a poco, a través del conocimiento y las experiencias de vida, va perfeccionando su oficio, descubriendo novedosos e intrincados senderos originales en el uso del lenguaje, asignando ritmo, melodía y rima a las oraciones o frases dispuestas en el poema. Las imágenes o figuras literarias descubren universos imaginarios paradisíacos o espacios terroríficos cargados de ira, odio o violencia. Todos los sentimientos pueden alcanzar al texto literario, viajar, dibujados por la mano diestra del autor, a un texto trascendente.
Parral y su gente demoró en reconocer y valorar al personaje, al escritor destacado, premiado y aplaudido a nivel global, testigo de una época, político y servidor público. Con el paso del tiempo, Pablo Neruda va recuperando el sitial que le pertenece en su pueblo natal. El nombre de una calle nos recuerda sus pasos, el Colegio Pablo Neruda lo identifica, Radio Neruda luce orgullosa el seudónimo de uno de los poetas más destacado en Chile, así, referirnos a Don Pablo, encuentra eco en esta ciudad asumiendo un legado histórico-literario fundacional para los escritores del Maule.
Aceptamos errores y equivocaciones (todo ser humano los tiene) para distinguir al literato, al cantor, poeta de oficio descubriendo el universo que le corresponde vivir. Abogado de la fauna y flora del sur del mundo, viajero incansable, enamorado de cada rincón y de cada cosa, los humildes marginados, el huérfano y el desvalido reciben comprensión y ternura ante su difícil estado de vida.
La poesía como medio de expresión representa sentimientos y emociones, melodiosamente, el hablante lírico apela a un interlocutor (lector) ficticio quien debe completar el proceso creativo para interpretar el discurso poético, aquello que el autor del texto quiso plasmar en su obra.
El poema es una obra de arte, requiere un creador diestro y hábil, capaz de ver, mirar y observar situaciones, acontecimientos y experiencias que a lo mejor pasan desapercibidas para el hombre común, el hombre mortal.
Neftalí Reyes, el poeta nacido en Parral, logra sublimar los conceptos expuestos anteriormente para construir una prolífica obra poética que es reconocida en todo el orbe. El sentimiento del amor, en todas sus formas, es un tema recurrente en la obra nerudiana, pero no sólo el romanticismo de la relación amorosa de pareja, sino también el amor a la patria, la tierra, los pueblos originarios, el paisaje, el agua que riega los campos, lagos, ríos, esteros, el gran azul Océano Pacífico, el aire y el viento, el sol emperador de luz, aquella cordillera, novia blanca protegiendo la patria en majestuosa conjunción.
Parral debe apropiarse del nombre de Neruda, hacerlo suyo como el hijo primogénito, el embajador de la palabra, un lucero del crepúsculo iluminando a esta tierra de siembra, levantando la voz a nombre de los hermanos menores y los ilustres elegidos. Cuando nos pregunten por nuestro gentilicio, respondamos: Soy Parralino, tierra de Neruda en el sur del universo.
Destacados y eminentes investigadores, críticos y escritores de todo el planeta exponen opiniones, análisis crítico y conclusiones sobre Neruda y su imponente obra creativa. Siempre es posible volver a leer sus poemas y encontrar nuevos senderos, articular imágenes, imprimir delicados versos.
El tremendo legado impuesto por Pablo emociona y potencia a las jóvenes generaciones de escritores a trabajar de oficio en esta tarea, asumiendo responsable una vocación digna de respeto y aprecio para alumbrar la ruta de nuestra especie hacia tierras lejanas en dimensiones desconocidas.
Marcelo Sepúlveda Oses
No hay comentarios.:
Publicar un comentario