UNA OPINIÓN / EL CUIDADO DE NUESTRO IDIOMA
Enviado por Luis Espinoza Olivares el 30 Octubre 2009
El cuidado de nuestro Idioma. Es fundamental para un pueblo, un país o una Nación mantener la pureza del Idioma ancestral, única forma de conservar la identidad cultural. Caso contrario, la hibridización idiomática conduce necesariamente a la destrucción de la propia cultura.
Una de las pruebas más decisivas que debe enfrentar cualquier cultura es el mantenimiento de la pureza cultural mediante el correcto uso del idioma, signo inequívoco de la solidez de las tradiciones y costumbres de toda población humana. Ello permitirá asegurar la vitalidad no solo del idioma, sino que de la cultura en su totalidad.
No sé si debe a la cada vez más generalizada “globalización”, pero inevitablemente nuestro Idioma está perdiendo su autenticidad, producto de la incorporación de elementos lingüísticos foráneos, principalmente provenientes de los idiomas anglosajones. Aunque en menor medida, la influencia de los idiomas latinos como el francés, italiano, portugués, entre otros, también han ejercido una fuerte influencia en nuestro idioma español.
Para qué decir lo que ocurre con la incorporación de ciertas acepciones que, no proviniendo de otros idiomas, han deformado sustantivamente nuestra vernácula lengua. Hacemos referencia fundamentalmente a deformaciones lingüísticas que han nacido de ciertos códigos idiomáticos que se han incorporado básicamente por el uso. Es propio de muchas personas, principalmente jóvenes, el uso de expresiones que, por la fuerza del uso, prácticamente ya son habituales en la población en general. Y lo más curioso: hasta personalidades públicas o comunicadores sociales, han sucumbido a esta forma de usar nuestro Idioma.
No se trata de ser “cursi”, pero nuestro castizo idioma español debe ser usado como corresponde, sin deformaciones ni chilenismos que, por dar un aire de modernidad, han contribuido a opacar su natural belleza. Sí, porque el idioma español en su gramática y en su fonética, es uno de los más bellos del mundo. Por ello es necesario que nos esforcemos por cultivar el correcto uso de nuestro idioma, lo que nos dará mayor identidad y pertenencia.
Padres, profesores: enseñemos a nuestros hijos y alumnos a hablar correctamente. Inculquemos en ellos el arte de usar bien nuestro idioma, no solo en su pronunciación, sino que también en la sobria costumbre de usar en forma adecuada las palabras que den lógica, sentido y belleza a lo que pensamos y decimos.
Luis Espinoza Olivares.
Una de las pruebas más decisivas que debe enfrentar cualquier cultura es el mantenimiento de la pureza cultural mediante el correcto uso del idioma, signo inequívoco de la solidez de las tradiciones y costumbres de toda población humana. Ello permitirá asegurar la vitalidad no solo del idioma, sino que de la cultura en su totalidad.
No sé si debe a la cada vez más generalizada “globalización”, pero inevitablemente nuestro Idioma está perdiendo su autenticidad, producto de la incorporación de elementos lingüísticos foráneos, principalmente provenientes de los idiomas anglosajones. Aunque en menor medida, la influencia de los idiomas latinos como el francés, italiano, portugués, entre otros, también han ejercido una fuerte influencia en nuestro idioma español.
Para qué decir lo que ocurre con la incorporación de ciertas acepciones que, no proviniendo de otros idiomas, han deformado sustantivamente nuestra vernácula lengua. Hacemos referencia fundamentalmente a deformaciones lingüísticas que han nacido de ciertos códigos idiomáticos que se han incorporado básicamente por el uso. Es propio de muchas personas, principalmente jóvenes, el uso de expresiones que, por la fuerza del uso, prácticamente ya son habituales en la población en general. Y lo más curioso: hasta personalidades públicas o comunicadores sociales, han sucumbido a esta forma de usar nuestro Idioma.
No se trata de ser “cursi”, pero nuestro castizo idioma español debe ser usado como corresponde, sin deformaciones ni chilenismos que, por dar un aire de modernidad, han contribuido a opacar su natural belleza. Sí, porque el idioma español en su gramática y en su fonética, es uno de los más bellos del mundo. Por ello es necesario que nos esforcemos por cultivar el correcto uso de nuestro idioma, lo que nos dará mayor identidad y pertenencia.
Padres, profesores: enseñemos a nuestros hijos y alumnos a hablar correctamente. Inculquemos en ellos el arte de usar bien nuestro idioma, no solo en su pronunciación, sino que también en la sobria costumbre de usar en forma adecuada las palabras que den lógica, sentido y belleza a lo que pensamos y decimos.
Luis Espinoza Olivares.
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