El próximo viernes 16 de octubre se celebra el día del Profesor, un reconocimiento especial para todos quienes desempeñan labor docente en cualquier parte de nuestro país, aquellos sometidos a las más variadas circunstancias extremas, los que en ocasiones, deben asumir roles y funciones de competencia familiar, responsabilidades de otros estamentos administrativos y sociales: Padre ausente, delincuencia, drogadicción, abandono, entre muchas otros. Así, el profesor, poco a poco se convierte en un confidente, aquel que acompaña a su discípulo, el que regalar afecto y cariño, acogida y conocimientos nuevos apropiados, pertinentes y útiles para formar mejores personas, hombres y mujeres cultos, educados, capaces de resolver problemas y enfrentar con diligencia la vida en sociedad.
En el día a día, los maestros deben asumir una punzante crítica social, descrédito permanente en los medios de comunicación, cuestionamientos de todo tipo, asignación de tareas emergentes, evaluaciones formales que no contemplan el tiempo suficiente para su ejecución, una imperativa autoformación y perfeccionamiento para actualizar las competencias, conocer y comprender las materias que enseña, crear estrategias metodológicas y actividades innovadoras, evaluar cada aprendizaje para potenciar las habilidades y destrezas de sus alumnos. En razón, motivar a todos y cada uno de sus aprendices para provocar desafíos en un clima de respeto en una sana convivencia.
Las nuevas generaciones manifiestan carencias preocupantes, las conductas de entrada o conocimientos previos de los alumnos no se encuentran adquiridos, por tanto, en las planeación de clase, es recurrente proponer restitución de saberes, reforzamiento y retroalimentación de contenidos. Nos damos cuenta que existe una crisis valórica: Al proponer la comprensión y adquisición de valores fundamentales transversales los niños y jóvenes alumnos argumentan un absoluto desapego a normas morales y éticas: Hemos perdido el respeto, la responsabilidad, la honestidad y el compromiso de solucionar, a través del diálogo, nuestras diferencias. Tareas prioritarias para el próximo tiempo.
En este día de celebración, quisiera referirme y apelar a los Padres, Apoderados y Tutores de los estudiantes para juntos generar un espacio de intercambio de opiniones en el afán de participar activamente en el proceso de enseñanza aprendizaje de niños y jóvenes, resguardar las horas de estudio, facilitar la ejecución de tareas, corregir errores de conducta, generar en el hogar un ambiente propicio para el aprendizaje, constituirse en un pilar de sostén que respalde la labor docente.
Reitero mi aprecio a las Profesoras y Profesores de Chile, continuemos dando lo mejor de sí, trabajando sin descanso para que la sociedad progrese y se desarrolle. Solicitar a la Comunidad Educativa, comprensión y respaldo y a las autoridades: Respetar a los Maestros, cumplir los compromisos y fortalecer la Profesión Docente. Muy feliz día del Profesor.
Marcelo Sepulveda Oses
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