jueves, octubre 29, 2009


 HOMENAJE A LOS FUNCIONARIOS MUNICIPALES
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 29 Octubre 2009
Discurso leido en acto de celebración día del Funcionario Municipal en el Teatro Municipal día miércoles 28 de octubre.  
Servir con abnegación, aprecio y buena voluntad, escuchar preocupadamente la necesidad del otro, resolver problemas, ofrecer posibles soluciones, informar y orientar, facilitar servicios, trámites y gestión es un compromiso de orden superior. El servicio y Administración pública en el Chile del Bicentenario resume una vocación de vida, en ocasiones de sacrificio, empeño y esfuerzo trascendente para que cada ciudadano se sienta atendido, que el Estado como Institución encarne en un rostro particular a quien lo representa. No importa el rango o cargo que el funcionario público ejecute: el auxiliar es tan importante como el Jefe de Servicio, quien atiende público como el técnico en computación que mantiene operativo los equipos y redes digitales sin las cuales hoy en la era de la técnica, el conocimiento y la tecnología, no podemos funcionar.



Chile, territorio extremo, Parral ciudad y campo, en cada rincón, en cada pueblo, villorrios y población, los brazos generosos de la administración pública vienen a atender y acompañar al ciudadano humilde, al desposeído, aquel trabajador incansable que busca solución para sus conflictos personales, aquel cesante o el indigente quien confía encontrar, en un Estado generoso, acompañamiento para superar la pobreza.

Las secretarias pintan sonrisas en sus labios cuando escuchan, cual confidentes, los más intrincados conflictos, dificultades o problemas cotidianos: No siempre es posible ofrecer una respuesta inmediata, las carencias, falta de recursos, el tiempo escaso posponen la atención: Acumulemos un tanto de paciencia y buena voluntad, juntos descubriremos un cielo abierto, lleno de sol en primavera y las soluciones irán apareciendo como el pasto tierno que cubre la pradera.


Como en todas las cosas, en las instituciones o comunidades sociales, personas reales encarnan a sus miembros, funcionarios o trabajadores. Algunos, se encuentran disponibles a cumplir con esmero responsabilidades, quehaceres y tareas, otros sufren en la oficina una vocación y talento que no les corresponde, ellos son minoría, la excepción que confirma la regla.

En el día a día del trabajo cotidiano, sumando buenas intenciones, amor al prójimo y vocación de servicio público, los hombres y mujeres de las diversas reparticiones obsequian caridad, obsequian amor y cariño al trabajo bien hecho, a la donación y entrega sin esperar recompensa.

Entonces, la celebración y fiesta, en este día, es meritoria. Meritoria, pues acumulamos razones sublimes para estar contentos, el júbilo embarga a todos quienes se sienten responsables de un compromiso solidario con cada ciudadano, hombre, mujer o niño, adulto mayor o recién nacido, emoción por la labor cumplida, por entregarse entero para facilitar la vida de los otros al responder con premura, diligencia y sigilo ante el desastre, el accidente, la catástrofe o cualquier fenómeno destructivo e implacable. Atender a tiempo, estar preparado, disponible y dispuesto para ir en rescate del desvalido, del que lo perdió todo a manos del voraz incendio, encontrar el cuerpo del niño que se lo llevó la corriente del río. Amigos, de tal modo, esta labor y vocación, este compromiso y desvelo se verá retribuido en la mirada tierna y noble de los ojos de un niño, en la calma y esperanza de un anciano, en el futuro promisorio de todo un pueblo y el reconocimiento a cada repartición y cada servicio público.

Hoy nos reunimos, damos amable reconocimiento a todos quienes desempeñan labores en la administración pública de nuestro querido Parral. A ellos les regalamos, cual botón de rosa, palabras dulces, palabras tiernas de gratitud y alabanza, de afecto y digna bendición. También así, un recuerdo póstumo para quienes han viajado al Reino de la luz y atienden hoy, a las puertas del cielo. En una vida fugaz y pasajera sembramos semillas que con el paso del tiempo se cosechan, sus desvelos y sacrificio, océano calmo, océano inquieto: Transitar este barco seguro a buen puerto.

 
Marcelo Sepulveda Oses

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