martes, septiembre 15, 2009


FIESTAS PATRIAS 2009
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 15 Setiembre 2009

Chile amanece festivo, los adornos con motivos tricolores se reparten en cada pueblo, ciudad o en el campo fértil, volantines imaginando los colores del arco iris transitan el espacio dibujando siluetas graciosas y leves que destacan a la señora primavera quien se hace dueña de la alegría y el buen humor en la sonrisa de los niños, aquellos jovenzuelos entusiastas que se aventuran a elevar un volantín de movimientos graciosos y leves en el aire. También, descubren juegos típicos como el trompo, la rayuela, el palo encebado, al pillar el chancho, entre muchos otros. Septiembre se tiñe de verde en el campo recién sembrado del sur del mundo, en los jardines las flores coquetean impacientes a las nubes pasajeras, pequeños cirros formando figuras de cómic frente al cielo infinito. Primera invitada, cabecera de mesa, princesa y consorte de estirpe noble, la cueca que al son de guitarras, acordeón o caja plaga de ritmo festivo las Fiestas Patrias o también la cueca brava que con picardía y canto sonoro se desprende sobre la pista. Cuando enseñemos a nuestros hijos el patriotismo que envuelve septiembre, no olvidemos destacar en el jolgorio de nuestra celebración: La Independencia Nacional, una Patria libre y soberana, democrática y respetuosa de todos sus hijos, por ello bailamos la cueca y todo Chile está de fiesta. Gracias a los hombres y mujeres que regalaron su vida por dignos ideales, gracias, también a los humildes anónimos de la historia envuelta en signos de gloria trascendente y virtuosa.

Las ramadas y fondas ya se preparan, los toneles de chicha están servidos, el mosto blanco y mosto tinto invitan a apagar la sed, las empanadas chirrean, el asado está en la parrilla, las cantoras afinan sus guitarras, las niñas alzan el pañuelo, en Chile se vive de fiesta. Vamos replicando por calles, senderos y plazas, las banderas alzadas en el mástil más alto respirando chilenidad, el cóndor y el huemul dirigen el tránsito alegre de marchas y desfiles, huasos bien montados se disponen gallardos, es 18 de septiembre a un paso del bicentenario.

Nación de hermanos, hijos de esta tierra, dignos ciudadanos, trabajadores incansables cumpliendo la faena. El Océano Pacífico tranquilo nos baña, aquella cordillera, novia de blanco imponente, acumula nuestra riqueza: Cobre y mineral, cristalina agua dulce que nos refresca.

Sólo quisiera concluir esta nota refiriéndome a los excesos peligrosos que pueden ocurrir durante esta fiesta. “Si bebe no conduzca” o “si bebe pase las llaves” nos repiten incesantemente las autoridades en los medios de comunicación y por tanto, me hago eco de tal indicación. No abusemos de la ingesta de alcohol, la embriaguez nos puede acarrear tremendos trastornos y peligros, más aún cuando se conduce un móvil. Seamos absolutamente responsables de nuestra seguridad y la de los otros para no tener que lamentar graves accidentes y que estas festividades se conviertan en llanto de familiares que sufren por la pérdida de algún ser querido.

Marcelo Sepulveda Oses





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