LOS BOMBEROS: HÉROES ANÓNIMOS

Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 30 Agosto 2009

Entre el tráfico cotidiano de la vida contemporánea acelerada y vertiginosa nuestro tiempo es siempre escaso, por lo tanto no disponemos de un rato de calma para pensar y meditar sobre todos aquellos hechos que nos rodean, sobre las personas con quienes convivimos y más aún, reconocer a aquellos que nos hacen el bien. Por tal razón, hoy les quiero invitar a dirigir nuestra mirada atenta a una institución validada, reconocida y fundamental en nuestro mundo actual en Chile del siglo XXI: Los Bomberos. “Caballeros del fuego” escuché denominarlos en una oportunidad, aquellos paladines presentes ante cualquier evento crítico que nos afecte: Incendio, accidentes, grandes cataclismos o cualquier dificultad ante la cual no tenemos preparación o experticia que nos permita encontrar solución.

Asumir la condición de bombero implica una carga pesada de esfuerzo, entrenamiento y constancia. Lidiar constantemente con el dolor humano, la muerte y el desaliento cuando literalmente “no se puede hacer nada.” En ocasiones, a pesar de un descomunal ímpetu, la tragedia les dobla la mano y se debe asumir el fracaso, pero también así, en innumerables ocasiones, el éxito corona el llamado frenético de la sirena, logran quebrarle la mano al destino y salvar un vida, impedir que el fuego extienda su calor abrazador y reduzca a cenizas un hogar o cualquier otra construcción humana. Rescatar un pequeño gatito colgado de la rama más alta de un árbol, recoger un intrépido nadador que fue arrastrado por la corriente, evitar el desplome de una cornisa, auxiliar a quienes un aluvión pretende dejar sepultados. Podríamos continuar en una lista interminable de eventos ante los cuales los bomberos exponen, incluso, hasta su propia vida.

Jurar como bombero implica estar siempre alerta sin importar el frío, el calor, el sueño en altas horas de la madrugada, fechas de fiesta, compromisos sociales y tantos momentos de celebración personal que deben ser pospuestos y postergados cuando el ulular de la sirena cual dama coqueta llama.

Deseo manifestar un cariñoso saludo y reconocimiento a los Bomberos de Chile, agradecer en mi nombre y en el de tantos ciudadanos que en más de una ocasión hemos recibido el auxilio desinteresado de ésta prestigiosa institución. Apelar a la buena disposición de mis coterráneos para que cuando un bombero llame a su puerta solicitando una ayuda generosa que permita financiar todos los costos operativos que significa acudir a un llamado urgente, seamos generosos, pues estamos invirtiendo en el resguardo seguro de nosotros o nuestros familiares. Con el mayor agrado y sentimiento de gratitud hacia Bomberos, nuestros amigos siempre.

Marcelo Sepulveda Oses