martes, julio 07, 2009


NERUDA PASIÓN Y POESÍA
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 06 Jul 2009
La poesía, como arte poética y obra literaria, es considera una manifestación artística sublime y expresión vital de la sensibilidad humana ya que requiere de una virtud y talento muy particular, ser capaz de releer el mundo circundante en una cosmovisión trascendente. A través de la historia de la humanidad, destacan poetas de todos los pueblos, imperios, naciones, estados y continentes, hombres y mujeres quienes en un oficio dedicado, constante y solitario obsequian joyas preciosas armadas de palabras, ideas, pensamientos, filosofías y figuras literarias con las que construyen edificios de cristal, océanos azules de verde musgo, montañas vestidas de novia blanca, desierto florido, el campo o la ciudad.
Parral celebra a Don Pablo Neruda, el poeta mentor de los otros poetas, aquel que destaca entre todos sus iguales, un incansable creador, digno prestidigitador reconstruyendo toda América desde sus cimientos, alzando una voz de trueno que inunda toda la comarca, voz que delata la traición, voz de los pequeños, de los peones, obreros y lacayos, de la mujer campesina, la trabajadora y madre. Su poesía construida con materiales nobles, con héroes de todas las latitudes, intrínsecamente chileno, americano y habitante del planeta tierra. El amor absoluto, total en la furia de los enamorados, en la fuerza de la pasión sin límite, en el desgarro que hiere el alma, traspasa toda su tremenda obra literaria. Neruda traza una estela que guía nuestro sendero, propone una mirada inquisitiva, atenta, lúcida y personal sobre todas las cosas que nos rodean para convertirlas, con la precisión de un cirujano, en versos de miel, el canto de los elegidos.
Plenamente consciente de las tremendas contradicciones que genera el hombre y el poeta, sobretodo en Parral, deseo destacar las virtudes del escritor, del artista, el que canta con voz propia, poseedor de una clarividencia y dominio verbal indiscutidos, artista y maestro, constructor, albañil de la palabra. Tus libros resguardan tesoros brillantes, las nuevas generaciones van dando cuenta de mágicos luceros escondidos, depositados entre las páginas, aquellos que iluminan la búsqueda innegable de la perfección y la armonía.
Este humilde homenaje se suma a los actos y expresiones de celebración y júbilo que se reparten por todo el mundo, Pablo Neruda trasciende nuestras fronteras, por tanto, es meritorio reconocer su obra y legado, postergando, debilidades y flaquezas, propias, éstas, de la condición humana, este ser terrestre imperfecto, pero quien gracias a la virtud de la obra creada ocupa un sitial destacado entre los otros hombres.
Depongamos nuestras naturales diferencias para atesorar en el recuerdo y la celebración del natalicio de Neftalí Reyes Basoalto un digno homenaje al poeta de Parral, uno de los artistas más reconocidos del siglo XX, quien derramó en esta tierra una canción de notas afinadas, donde el amor encontró asiento en primera fila para descubrir que debemos cultivar el espíritu, disfrutar la emoción, enamorarnos cada día como adolescentes eufóricos, amar la lluvia torrencial del sur más sur del planeta, viajar en los trenes del infinito, descubrir la aurora boreal, mirarnos en el Océano Pacífico como en un espejo de luz, bendecirnos con nieve antártica o glaciares milenarios.
Pablo Neruda determina un antes y un después en la poesía chilena y en el mundo de las letras, quienes disfrutamos en el deleite vital del verso cantarino, le ofrecemos nuestro sincero reconocimiento.
Marcelo Sepúlveda Oses

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