YA VIENE…LA FIESTA DE LA PRIMAVERA
Enviado por Alejandra Gallero Urizar el 25 Nov 2008
Con paso alegre se acerca la Fiesta de la Primavera en Parral. Comparsas, luces y carros alegóricos se preparan para deleitar al público e intentar ser el premiado por el jurado.
Muchas son las razones para festejar este evento: la llegada de las flores, los cielos azules, el sol sobre nuestras cabezas y sobretodo, estar vivos en esta tierra que todavía es generosa, a pesar del daño permanente que el ser humano, todos nosotros, le causamos. Ojalá estas fiestas contemplaran alguna actividad que fuese a favor de disminuir en parte el perjuicio que le provocamos, como organizar a los estudiantes para que cada uno plante un árbol, quizás proponer un cuidado especial a las áreas verdes de nuestra comuna o algo tan simple como regar el árbol que suele estar en la vereda frente a nuestras casas.
¿De donde nace la tradición de esta celebración? Don Valentín Letelier, rector de la Universidad de Chile en 1907, fundó la Federación de Estudiantes hace ya más de cien años. Allí, bajo el amparo de la universidad nació esta tradición que durante casi todo el siglo XX hizo que la juventud abriera la puerta a la estación de las flores y las mariposas. Los jóvenes universitarios, con toda la energía que poseen a sus cortos años, celebraban su propia juventud y la de las flores, con una fiesta que se extendería por Chile con el nombre de La Fiesta de la Primavera.
Tal vez lo más importante del evento fuera la elección de la “reina de la Primavera”. Eran elecciones apasionadas, pero limpias en donde cada voto se ganaba en buena lid. Los adultos se sumaban contagiados por la pasión de sus hijos e integraban comisiones como la de los votos, la de la velada bufa, del baile de honor, de las comparsas y los disfraces.
De allí también emergieron poetas que obtenían fama al ganar el concurso “Canto a la Reina”, en donde un admirador tenía que componer un poema en el que ensalzara la belleza de la soberana. Eran poemas algo rimbombantes, cuya intención era llegar al corazón de la dama.La primera celebración de este tipo se realizó en Santiago en 1915. Hubo fiestas anteriores, pero es a partir de ese año que la tradición es imitada en todo el país.
En 1920 llega a Santiago, cuando sólo tenía 16 años de edad, Neftalí Reyes Basoalto. Al año siguiente, 1921, gana el concurso de la Fiesta de la Primavera con su poema “La Canción de Fiesta”. Pero, esta no era la primera vez que obtenía un lugar en un certamen poético, ya que en 1919 había obtenido el tercer lugar en las fiestas de Cauquenes.
Por allá por los años treinta, Gustavo Campaña, con música de Javier Rengifo compone el que se convertiría en el himno de la juventud durante varias generaciones:
“Cascabel, de dulce y claro tintinear
el corazón nos va diciendo
que hay en toda promesa
una azul y luminosa realidad”
”Que se vuelvan las almas joviales
y que surja en las sombra la luz
y que al ritmo de este canto
bajo el cielo claro y azul
triunfe el sueño de la Juventud”
Este espíritu sano y entusiasta permaneció hasta los años 50. Luego, la fiesta fue perdiendo su verdadero sentido en la misma medida que la política ocupaba espacios.
Parral ha tenido sus fiestas en donde ha primado el vigor inicial de cuando fue creada. Este año, veremos brillar los carros alegóricos en los que el ingenio y la sabiduría logran recrear la ilusión de niños y adultos. Recordemos ese himno creado por Gustavo Campaña que tan bien refleja el sentido lúdico y lleno de optimismo que, aún en estos tiempos difíciles, jamás debemos perder.
Alejandra Gallero U.
parralina@yahoo.com
Parral ha tenido sus fiestas en donde ha primado el vigor inicial de cuando fue creada. Este año, veremos brillar los carros alegóricos en los que el ingenio y la sabiduría logran recrear la ilusión de niños y adultos. Recordemos ese himno creado por Gustavo Campaña que tan bien refleja el sentido lúdico y lleno de optimismo que, aún en estos tiempos difíciles, jamás debemos perder.
Alejandra Gallero U.
parralina@yahoo.com
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