UNA OPINION / UNA VISION POSITIVISTA
enviado por Luis Espinoza Olivares el 12 Nov 2008
Una Visión positivista. Junto al sentido positivo de la vida, las personas debemos tener una visión altruista, confiados en que con la fe, la esperanza y la caridad, además del optimismo y la alegría, podemos superar una vida llena de tensiones, desencantos y depresión. Precisamente es la depresión uno de los peligros que más acechan al habitante del planeta en este siglo XXI. Curioso, en una época de “aldea globalizada”, con tanta comunicación, el hombre actual vive cada vez más solo y aislado. Y son la soledad, el pesimismo y la tristeza son elementos detonantes de la depresión, el “mal del siglo actual”. ¡Fuera la depresión! Esa es la consigna para volver a encontrar la felicidad bastante perdida en el mundo actual. Dejar de lado las ambiciones desmedidas, el stress, la envidia, el orgullo infundado, la prisa, la indecisión, el aislamiento.
A partir de estos últimos elementos mencionados, el ser humano puede perder el control de su vida y por lo tanto, su felicidad. La espiral muchas veces es invisible: prisa, cansancio, stress, angustia, depresión. En muchos casos se termina con la esquizofrenia. Un sano ejercicio espiritual y de limpieza mental hará que nuestra vida encuentre armonía y equilibrio, transmitiendo seguridad, confianza y optimismo, sobre todo los adultos que tienen responsabilidades sobre menores de edad.
A partir de estos últimos elementos mencionados, el ser humano puede perder el control de su vida y por lo tanto, su felicidad. La espiral muchas veces es invisible: prisa, cansancio, stress, angustia, depresión. En muchos casos se termina con la esquizofrenia. Un sano ejercicio espiritual y de limpieza mental hará que nuestra vida encuentre armonía y equilibrio, transmitiendo seguridad, confianza y optimismo, sobre todo los adultos que tienen responsabilidades sobre menores de edad.
Se requieren espacios interiores para el crecimiento moral y espiritual. Cultivar una personalidad flexible, que permita enfrentar los problemas con sabiduría y fortaleza. La naturaleza en ese sentido es sabia: el junco es capaz de resistir los más fuertes vientos, y no se quiebra porque tiene una estructura flexible. La vida nos enfrenta a fuertes “ventoleras” (léase problemas), pero debemos ser capaces de hacerles frente con la misma actitud. Tener paciencia, saber escuchar, respetar las opiniones de los demás, fijarse expectativas reales, no caer en la desesperanza, pensar que no siempre tenemos la razón, muchas veces estamos equivocados y debemos saber reconocerlo (ese es un buen ejercicio de salud mental). Saber dar disculpas cuando nos equivocamos. En fin, propender a ser una persona equilibrada y criteriosa. “Ser como el junco para resistir más la fuerza del viento”.
¿Quién hoy en día no tiene problemas? Nadie. Los problemas son parte de la vida humana y debemos educarnos desde niños para saber enfrentarlos. La capacidad para enfrentar y resolver problemas es parte de la inteligencia. Por lo tanto, una persona capaz de resolver por sí mismo los problemas de la vida demostrará un mayor grado de inteligencia. Claro que esta capacidad debe desarrollarse desde niños, usando una metodología acorde con la edad y con el grado de madurez personal.
Entonces, nuestra vida es un libro abierto que debemos saber leer, interpretar, para sacar las mejores lecciones que no solo nos hagan cada día más felices, sino que también hagamos felices a los demás.
¡Nadie tiene el derecho de quitar la felicidad de los demás! ¡Pero sí, todos tenemos el deber de hacer más felices a quienes nos rodean!
Luis Espinoza Olivares
Luis Espinoza Olivares
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