UNA OPINION / FALTA A LA PRUDENCIA

Enviado por Luis Espinoza Olivares el 14 Sep 2008

Un lamentable suceso ha ocurrido en Parral con el deceso de un escolar, la pasada semana. Lamentablemente, no ha habido el más mínimo respeto por la familia del menor, ya que hasta muchos señores y señoras Candidatas a Concejal han recurrido a este hecho para hacer largos comentarios en sus espacios difusores.
“A callar llaman”, decía don Quijote a Sancho Panza en aquel memorable libro de la Literatura española. Lamentablemente, ha faltado prudencia. Lo prudente es guardar un respetuoso silencio y dejar que los canales que correspondan clarifiquen este triste hecho.
Por otra parte, sin mediar ningún sensato momento de reflexión, muchos han sido majaderos en asociar esta situación con una profesora, responsabilizándola por la excesiva presión que habría ejercido en el niño en las actividades escolares.
Pedimos respeto por los profesores y profesoras de nuestra Comuna. Ya está bueno que cualquier persona, incluso ignorantes, se refieran a los docentes en términos descalificatorios y ofensivos. ¿Hasta cuándo? Muchas veces opina gente que ni siquiera se aparece por los Colegios, y no saben de la terrible presión y atropellos a los que se ven expuestos los profesores, incluso con agresiones verbales y hasta físicas.
Los profesores merecemos respeto de parte de la Comunidad y respaldo de nuestras Autoridades, desde el nivel nacional al comunal. Los docentes hemos demostrado dedicación a nuestro trabajo y una paciencia sin límites para soportar las extremas descalificaciones de muchas personas, en época de un “Gobierno ciudadano”.
No confundamos, una cosa es la democracia y otra es la anarquía. No porque se proclame una sociedad democrática los ciudadanos tienen derecho a atropellar y hasta ofender a los profesores, ni a nadie.
En vez de pasarse la vida descalificando y atropellando a quienes educan a los hijos de la sociedad, será mejor que trabajen unidos, para hacer que nuestros niños y niñas encuentren la misma Educación en los Colegios y en los Hogares. Lo demás es ocio puro.
Los profesores no admitiremos que se siga cuestionando nuestra labor, especialmente por parte de gente irresponsable. Nuestra tarea es educar y a diario lo hacemos, incluso con incomprensión de parte de muchos que ni siquiera dedican tiempo a sus hijos y familias.
Luis Espinoza Olivares