QUÉ PLANETA QUEREMOS HEREDAR A NUESTROS NIÑOS
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 22 Sep 2008
Ante los graves efectos producidos en el planeta tierra por nuestra irresponsabilidad y poca previsión en términos de contaminación, efecto invernadero, destrucción de la capa de ozono, extinción de especies animales y vegetales, sobrecalentamiento global, agotamiento, por sobreexplotación, de recursos no renovables, entre tantos otros, nos damos cuenta que en los próximos años, o quizás, décadas o milenios, los habitantes anónimos de esta nave viajera sufrirán un sin fin de nefastas consecuencias ocasionadas por negligencia, desidia o desconocimiento. Acumulamos toneladas de basura no degradable, plástico, metales pesados, tóxicos de diferente origen, por señalar sólo algunos. Erosionamos la tierra, contaminamos el agua pura y cristalina, ensuciamos nuestros océanos, provocamos el derretimiento de los glaciares. Hemos diezmado civilizaciones y culturas, los Onas en el sur de Chile, Mayas en México, Incas y tantos y tantos otros… En el corto andar, enseñaremos a nuestros hijos las especies desaparecidas en videos tridimensionales e imágenes digitales.
Es este el día para comenzar, nuestro hogar planetario reclama urgente y de inmediato, es perentorio aunar voluntades y levantar fuerte la voz para defender a aquellos árboles que no pueden reclamar, a los ríos que sólo modulan el lenguaje del canto de su torrente entre las piedras, a las cordilleras más altas que resguardan su virginidad prístina, a los animales que desean continuar viviendo. Desde los cuatro puntos cardinales se escuchan pregones de alerta, el canto de los poetas vibra en el bosque nativo sembrado de robles, alerces y araucarias, las flores más bellas cubren el campo, el cielo azul purpurino abre después del aguacero entre arco iris multicolores y nubes que dibujan figuras colosales las que cambian de forma en un viaje cargado de gotas de lluvia fresca. Este Edén del Paraíso Perdido quisiera que disfrutaran mis hijos y los nietos de mis nietos, que la tierra en que guardo mis pasos les perteneciera para recibir sus pasos. Es posible, absolutamente cierto, si todos, enamorados de la vida, resguardamos las maravillas que el Supremo Creador dispuso para deleite y gracia de sus hijos.
Es en el hogar, en todos los hogares, en cada familia y toda Escuela, fundamentalmente, en toda Escuela y Liceo, allí, se deben poner en práctica las tareas más elementales en el cuidado riguroso del Medio Ambiente y nuestro Ecosistema, incorporar, en la memoria de largo alcance de niños y jóvenes, conceptos básicos sobre la protección de cada reino: animal, vegetal y mineral. Aprender a no intervenir los procesos naturales del entorno.
Estimados Padres y Apoderados, queridos colegas, una misión trascendente se nos encomienda y debemos aplicar todas nuestras destrezas y habilidades para conseguir aprendizajes permanentes, de calidad y duraderos en la gran cruzada por resguardar nuestro hábitat en el Planeta Tierra.
Es este el día para comenzar, nuestro hogar planetario reclama urgente y de inmediato, es perentorio aunar voluntades y levantar fuerte la voz para defender a aquellos árboles que no pueden reclamar, a los ríos que sólo modulan el lenguaje del canto de su torrente entre las piedras, a las cordilleras más altas que resguardan su virginidad prístina, a los animales que desean continuar viviendo. Desde los cuatro puntos cardinales se escuchan pregones de alerta, el canto de los poetas vibra en el bosque nativo sembrado de robles, alerces y araucarias, las flores más bellas cubren el campo, el cielo azul purpurino abre después del aguacero entre arco iris multicolores y nubes que dibujan figuras colosales las que cambian de forma en un viaje cargado de gotas de lluvia fresca. Este Edén del Paraíso Perdido quisiera que disfrutaran mis hijos y los nietos de mis nietos, que la tierra en que guardo mis pasos les perteneciera para recibir sus pasos. Es posible, absolutamente cierto, si todos, enamorados de la vida, resguardamos las maravillas que el Supremo Creador dispuso para deleite y gracia de sus hijos.
Es en el hogar, en todos los hogares, en cada familia y toda Escuela, fundamentalmente, en toda Escuela y Liceo, allí, se deben poner en práctica las tareas más elementales en el cuidado riguroso del Medio Ambiente y nuestro Ecosistema, incorporar, en la memoria de largo alcance de niños y jóvenes, conceptos básicos sobre la protección de cada reino: animal, vegetal y mineral. Aprender a no intervenir los procesos naturales del entorno.
Estimados Padres y Apoderados, queridos colegas, una misión trascendente se nos encomienda y debemos aplicar todas nuestras destrezas y habilidades para conseguir aprendizajes permanentes, de calidad y duraderos en la gran cruzada por resguardar nuestro hábitat en el Planeta Tierra.
Marcelo Sepúlveda Oses
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