lunes, septiembre 15, 2008

UNA OPINIÓN / SEGURIDAD CIUDADANA
Enviado por Luis Espinoza Olivares el 14 Sep 2008

La seguridad ciudadana. Este es un tema de innegable actualidad, que compromete a cada uno de los ciudadanos de nuestro querido país. Todos hablan de la seguridad, desde las más altas Autoridades hasta el ciudadano común y corriente. Y si se habla de de “seguridad” es porque se desea y se añora un clima de paz social; estamos viviendo un clima de “inseguridad” social, que nos obliga a caminar con temor por las calles, adoptando las máximas medidas tendientes a proteger nuestra integridad física y moral.

¿Qué está pasando en Chile que cada día estamos más inseguros? Ciertamente que las opiniones oficiales tienen poco que ver con lo que realmente nos pasa a los ciudadanos comunes. Se habla de una baja de la delincuencia, porque ha bajado el número de denuncias. ¡Craso error! Las denuncias de actos de delincuencia han bajado porque las personas afectadas nos aburrimos de perder el tiempo en trámites y burocracia. Presentamos la denuncia y, si no existen testigos, el caso se archiva. Pregunto, ¿quién se puede atrever a ser testigo en los tiempos que corren? ¿Para qué, para arriesgar la vida y la de nuestras familias frente a los delincuentes?

La Justicia y las Leyes chilenas son benevolentes con los delincuentes. Esa es toda la explicación. Los delincuentes hasta tienen abogados defensores gratuitos, pagados por todos nosotros los chilenos. Y a las víctimas, ¿quién las defiende? Alguien responderá que esa es labor de los fiscales, pero recordemos que ellos tienen cientos de casos que atender. Si una víctima quiere acelerar una causa, debe pagar a un abogado con cargo a su propio bolsillo. ¡Qué injusticia más grande!

Chile, país que se vanagloria de ser un líder como Estado de Derecho, muestra los más altos índices de delincuencia a nivel mundial y, curiosamente, las leyes están llenas de subterfugios que, más temprano que tarde, terminan por dejar en libertad a quien delinque. Hoy la gente decente está acorralada en sus hogares rodeados de rejas, protecciones, alarmas y sistemas de seguridad, mientras los delincuentes “pampean” en las calles sintiéndose dueños de ellas. ¡Hasta cuándo seguimos pasivos mirando tranquilamente como los delincuentes nos han convertido en seres temerosos y acorralados!

Parral es una ciudad peligrosa e insegura, y quien diga lo contrario miente. Basta con revisar la cantidad de robos, asaltos, destrucción de vehículos, atentados a la propiedad pública y privada, etc., que se producen a diario, para darse cuenta de esta realidad. Entendemos que a los Jueces y Administradores de Justicia les falta tiempo para atender investigaciones referidas a tantas fechorías. Pero insistimos que, además, la justicia chilena es demasiado blanda y tolerante con los delincuentes. Precisamente por eso ha aumentado la delincuencia, porque los malhechores saben cómo y cuándo cometer sus actos ilícitos. La justicia chilena es demasiado blanda y tolerante con quienes delinquen. Basta con revisar las noticias diarias para darse cuenta que la “puerta giratoria” sigue en movimiento… y seguirá girando por mucho más tiempo, porque tampoco existe una real voluntad política para combatir este flagelo que está destruyendo la convivencia nacional.

Señores políticos, Uds. hacen las Leyes y tienen bastante que aportar, pero con hechos concretos y con menos palabrería.
Luis Espinoza Olivares

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