UNA OPINION / EL ARTE DE REFLEXIONAREnviado por Luis Espinoza Olivares el 29 Sep 2008
El arte de reflexionar. En una época de ritmo vertiginoso, de profunda aceleración justificada o injustificada y de prisa enfermiza, vale la pena detenerse un momento para comprender el poder de la reflexión personal. Es innegable que, debido a los enormes cambios sociales y al explosivo crecimiento de la ciencia y de la tecnología, al mundo contemporáneo no le será fácil disminuir su veloz avance.
Sin embargo, es conveniente entender que la razón de tan acelerados procesos tiene su fundamento precisamente en la reflexión por parte de quienes provocan los cambios de todo tipo a nivel mundial.
Es así, porque para poder producir los revolucionarios cambios científicos y tecnológicos actuales, ha sido necesario que investigadores de elite se hayan sentado a reflexionar, analizar, predecir, inferir, experimentar y sacar conclusiones acerca de la utilidad que dichos cambios iban a producir. Y así nacieron los inventos y los avances, producto de la reflexión…
Igual situación se produce a nivel de los cambios políticos y sociales, vertiginosos siempre y violentos algunas veces. Nada es producto del azar, no es el cambio por el cambio, todos ellos obedecen a una planificación y para ello ha debido haber reflexión.
El tema es que todo este trastoque de los modelos sociales, científicos y tecnológicos no debiera provocar la pérdida de la paz interior del ser humano. Y eso es precisamente lo que se puede observar: la rápida transformación del entorno ha derivado en un inexplicable cambio en la forma de ser de las personas, transformándose en entes inquietos, nerviosos, apresurados, estresados y, muchas veces, agresivos.
Sin embargo, es conveniente entender que la razón de tan acelerados procesos tiene su fundamento precisamente en la reflexión por parte de quienes provocan los cambios de todo tipo a nivel mundial.
Es así, porque para poder producir los revolucionarios cambios científicos y tecnológicos actuales, ha sido necesario que investigadores de elite se hayan sentado a reflexionar, analizar, predecir, inferir, experimentar y sacar conclusiones acerca de la utilidad que dichos cambios iban a producir. Y así nacieron los inventos y los avances, producto de la reflexión…
Igual situación se produce a nivel de los cambios políticos y sociales, vertiginosos siempre y violentos algunas veces. Nada es producto del azar, no es el cambio por el cambio, todos ellos obedecen a una planificación y para ello ha debido haber reflexión.
El tema es que todo este trastoque de los modelos sociales, científicos y tecnológicos no debiera provocar la pérdida de la paz interior del ser humano. Y eso es precisamente lo que se puede observar: la rápida transformación del entorno ha derivado en un inexplicable cambio en la forma de ser de las personas, transformándose en entes inquietos, nerviosos, apresurados, estresados y, muchas veces, agresivos.
Luis Espinoza Olivares
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