FIESTAS PATRIAS CON RESPONSABILIDAD
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 16 Sep 2008
En Chile, septiembre se anuncia de Fiesta, respiramos un ambiente festivo, los colores de nuestros símbolos patrios se repiten por todas partes: Blanco, azul y rojo, los volantines invaden el cielo con gracia delicada, las flores muestran sus mejores trajes, un cielo limpio genera armonía, paz y quietud.
La tradición propone desfiles, el público apostado en las veredas de ciudades y pueblo aplauden a niños, jóvenes estudiantes, representantes de instituciones sociales y uniformados. Dirigimos nuestros ruegos a Dios en Tedeum y celebraciones religiosas, es un tiempo propicio para compartir, encontrarse familia y con amigos.
Fiestas Patrias invita a reconocer la identidad de nuestra nación. El concepto de “chilenidad” asume variadas y múltiples manifestaciones que recorren el país de punta a punta, desde la cordillera nevada de blanco hasta el Océano Pacífico. Las generaciones mayores rememoran en esta fecha tradiciones, juegos populares, comidas y ramadas, el hombre de campo prepara su mejor cabalgadura y el atuendo de gala. En un collage impresionante se reúnen trompos, la rayuela, el palo encebado, rodeo, domaduras, empanadas, pajaritos, juntos saboreando un gran asado, el buen mosto y la chicha en cacho. Es cierto, tradiciones que poco a poco hemos olvidado cuando la música electrónica retumba bajo toldos y carpas de plástico, debemos asumir que todo cambian permanentemente.
Pañuelos al viento danzan una cueca al son de guitarras, las cantoras afinan su garganta y la poesía le obsequia letras al baile nacional.
Quizás, como algunos manifiestan, hemos extraviado el sentido profundo de esta celebración: la Soberanía e Independencia de Chile. Se hace necesario rescatar y fomentar las tradiciones y los valores intrínsecos del Mes de la Patria, pero, de igual modo, aceptar
En esta columna, he intentado generar un eje conductor sustentado en mi profesión, Profesor de Estado en Castellano y privilegiar mi tarea formadora como educador; desde este punto de vista, es urgente considerar algunas indicaciones propicias para disfrutar de una Fiesta sin contratiempos y desgracias que lamentar: Desde todas la tribunas públicas se nos recomienda no caer en los excesos, de cualquier tipo, pero, fundamentalmente, en lo relativo al consumo de alcohol que como consecuencia directa genera accidentes de tránsito graves y en ocasiones con víctimas fatales. Del mismo modo, no abusemos de la comida, luego nos lamentaremos sin consuelo…
Que este 18 de septiembre celebremos una fiesta feliz, digna y con un sentido de responsabilidad que prevenga accidentes y consecuencias graves.
Marcelo Sepulveda Oses
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