TODA PALABRA DE MI BOCA
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 19 Octubre 2010
Quienes desempeñamos labores docente en Chile, hoy por hoy, debemos disponer de múltiples habilidades y destrezas especiales. Conocer muy bien nuestro quehacer pedagógico. Disponer de ánimo, compromiso, autoformación, renovación constante de los conocimientos, establecer innovaciones pedagógicas, adecuar el currículum a la realidad cotidiana, planificar, ser creativos, atender a la diversidad, entre muchas otras virtudes y condiciones profesionales requeridas en el marco para una buena enseñanza.
Desde los primeros meses de vida, el recién nacido debe comunicarse, por tanto esta habilidad se transforma en una necesidad y condición privilegiada. El mundo conocido o mundo real se percibe, interpreta, analiza, modifica o reestructura. También así, el hombre y la mujer pueden construir o crear mundos ficticios, mundos fantásticos lejanos y distantes de la realidad o espacio concreto en tres dimensiones.
En el proceso de adquisición de la lengua materna, el niño pequeño toma conocimiento sobre todo lo que le rodea, escucha hablar a los mayores y esto le motiva e incentiva. Comienza a comparar cada sonido recibido en su órgano auditivo con el significado de la fonación ejecutada por los otros, lo que le conduce a asignar valor semántico a las primeras palabras; palabras pronunciadas con un alto grado de afectividad. Así, los conceptos de mamá y papá, impresiona a sus progenitores. Se inicia un proceso de comunicación que no será interrumpido fácilmente, sólo, si uno de los aparatos encargados del Proceso Comunicativo (audición y fonación) no se encuentra disponible o si algunos de los elementos indispensables del esquema básico de la comunicación no están operativo no se podrá lograr la interacción comunicativa.
Don Pablo Neruda escribió sobre las palabras, él señaló que los conquistadores se llevaron todo, pero nos dejaron todo, de las botas, desde sus cascos fueron regalando las palabras, ellos buscaron oro y encontraron el maíz y los frutos generosos de la tierra. De este modo, el mayor aporte de los conquistadores europeos al continente descubierto fue el idioma. Lengua oficial de la mayoría de los países latinoamericanos. Lengua rica en conceptos, modismos, estructuras gramaticales, organización fonética y fonológica.
Desde los primeros meses de vida, el recién nacido debe comunicarse, por tanto esta habilidad se transforma en una necesidad y condición privilegiada. El mundo conocido o mundo real se percibe, interpreta, analiza, modifica o reestructura. También así, el hombre y la mujer pueden construir o crear mundos ficticios, mundos fantásticos lejanos y distantes de la realidad o espacio concreto en tres dimensiones.
En el proceso de adquisición de la lengua materna, el niño pequeño toma conocimiento sobre todo lo que le rodea, escucha hablar a los mayores y esto le motiva e incentiva. Comienza a comparar cada sonido recibido en su órgano auditivo con el significado de la fonación ejecutada por los otros, lo que le conduce a asignar valor semántico a las primeras palabras; palabras pronunciadas con un alto grado de afectividad. Así, los conceptos de mamá y papá, impresiona a sus progenitores. Se inicia un proceso de comunicación que no será interrumpido fácilmente, sólo, si uno de los aparatos encargados del Proceso Comunicativo (audición y fonación) no se encuentra disponible o si algunos de los elementos indispensables del esquema básico de la comunicación no están operativo no se podrá lograr la interacción comunicativa.
Don Pablo Neruda escribió sobre las palabras, él señaló que los conquistadores se llevaron todo, pero nos dejaron todo, de las botas, desde sus cascos fueron regalando las palabras, ellos buscaron oro y encontraron el maíz y los frutos generosos de la tierra. De este modo, el mayor aporte de los conquistadores europeos al continente descubierto fue el idioma. Lengua oficial de la mayoría de los países latinoamericanos. Lengua rica en conceptos, modismos, estructuras gramaticales, organización fonética y fonológica.
Cada perdona utiliza el lenguaje para comunicarse de diverso modo, creando su propio discurso, inventando neologismos (palabras nuevas) incorporando a los conceptos, frases u oraciones cargas semánticas o modelos afectivos de entonación, modo o ritmo. Al hablar debemos adaptar significado y significante, conocer la definición de los conceptos, establecer orden gramatical, adecuar cada acento para que la conversación sea efectiva, que ambos hablantes utilicen el mismo código para que así el mensaje enviado sea adecuadamente comprendido por el receptor, se haga efectivo el diálogo entre uno y otro (emisor-mensaje-receptor.) El proceso de aprendizaje de una lengua, especialmente la adquisición de la lengua materna, requiere una mente sana, que el medio ambiente social y cultural le ofrezca mayores y mejores experiencias lingüísticas para que el niño cree sus propias hipótesis y pueda contrastarlas con la realidad y el horizonte del mundo vigente en la aldea global.
En ocasiones, los interlocutores establecen una comunicación formal y académica, en otras, algo coloquial sin mayor atención, por tanto, se proponen niveles de habla: Culto formal e informal o inculto formal e informal.
Circunscritos en el ámbito de una comunicación efectiva y de calidad, debemos utilizar un nivel culto, ya sea formal o informal, disponer de un canal de comunicación limpio y despejado, proponernos una intención comunicativa, un propósito y un afán.
El proceso comunicativo ha permitido el avance y desarrollo de la humanidad, la experimentación y la ciencia, el progreso técnico y tecnológico, los descubrimientos, las redes sociales e interacción entre personas a través de los medios de comunicación masivos.
Por tanto, debemos propender al uso adecuado de las palabras, a transmitir diálogos amenos y acogedores, respetuosos, eficaces y afectivos. La palabra es un gran tesoro en el proceso evolutivo de la humanidad.
Marcelo Sepulveda Oses
En ocasiones, los interlocutores establecen una comunicación formal y académica, en otras, algo coloquial sin mayor atención, por tanto, se proponen niveles de habla: Culto formal e informal o inculto formal e informal.
Circunscritos en el ámbito de una comunicación efectiva y de calidad, debemos utilizar un nivel culto, ya sea formal o informal, disponer de un canal de comunicación limpio y despejado, proponernos una intención comunicativa, un propósito y un afán.
El proceso comunicativo ha permitido el avance y desarrollo de la humanidad, la experimentación y la ciencia, el progreso técnico y tecnológico, los descubrimientos, las redes sociales e interacción entre personas a través de los medios de comunicación masivos.
Por tanto, debemos propender al uso adecuado de las palabras, a transmitir diálogos amenos y acogedores, respetuosos, eficaces y afectivos. La palabra es un gran tesoro en el proceso evolutivo de la humanidad.
Marcelo Sepulveda Oses
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