martes, octubre 20, 2009


DE FLORES Y CONFLICTOS COTIDIANOS
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 20 Octubre 2009
En nuestra zona (Maule sur) la primavera se viste con diversos y múltiples colores, los árboles y las flores parecen renacer, cobrar vida, iluminar los campos y sembrados, adornar los jardines, desplegar tintes de terciopelo en cada rincón de la tierra nuestra, así el último trimestre del año aguarda ánimo y entusiasmo, dedicar empeño y trabajo para despedir este 2009. Los estudiantes a estudiar para coronar con éxito su tarea escolar, el hombre de campo a cuidar y proteger sus cultivos y cada uno de nosotros a ejecutar con esmero las tareas cotidianas. Si observamos la realidad bajo este prisma, podríamos concluir que todo va bien, que los problemas y las dificultades están lejanas y distantes, pero lamentablemente, no es de este modo como evolucionan las situaciones del cotidiano vivir. Digo esto, porque asombra enterarse de la respuesta dada por el Poder Ejecutivo ante la demanda de miles de profesores, muchos de ellos ya jubilados y otros tantos fallecidos, sobre el “Pago de la Deuda Histórica.” No reconocer, al menos, su existencia.

Entonces, alucinando, miremos el jardín, las flores no necesitan comprar vestidos y se presentan de gala todo el día, su colorido encuentra las más escasas tonalidades, asombran al transeúnte y pasajero, asombran a los poetas, adornan cualquier mesa por humilde que sea, despiden a los muertos y son motivo de digna admiración.

Estimados Profesores, quizás ya estamos acostumbrados a recibir un ¡No! por respuesta, a descubrir el pago para cada desvelo sólo en la sonrisa entusiasta de los niños, a problematizar el universo para descubrir nuevas teorías a manos del científico que ayudamos a educar y encauzar. Hoy nos piden comprensión y silencio. Trabajo anónimo y desinteresado.

La política, en tiempos de elecciones, elige a la educación como un tema de preocupación nacional, un compromiso de todos y unas cuantas frases cliché. Pasarán los días, vendrá el verano y la enseñanza, la transmisión de la cultura y el conocimiento a las nuevas generaciones será tarea y obligación sólo de aquellos que por opción de vida han elegido la vocación de maestros, aunque la sociedad les abandone y los deje a la deriva.

Quizás pueda parecer un enajenado desconociendo la evidencia concreta que se desprende de la realidad más cruda que escuchamos, en el último tiempo, en los medios de comunicación. Prefiero descubrir las primeras hojas de los árboles frente a mi vereda. Enamorarme de lirios, claves y azucenas en el jardín del edén que adornan los patios de las casa de los hombres y mujeres del pueblo en el que por gracia nací. Ya no espero recompensa y entre todas las flores prefiero las rosas…
Marcelo Sepulveda Oses


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