Enviado por Luis Espinoza Olivares 06 junio 2016
EN CONTROVERSIA CON LA
CRUDA REALIDAD DE LA GENTE HUMILDE, A LA
CUAL SE LE REPRESENTAN TODAS LAS AYUDAS SOCIALES FINANCIADAS POR EL FISCO
El
Evangelista San Mateo en el Capítulo 6 - versículo 3, plantea una enseñanza que
a los católicos nos hace mucho sentido. Nos señala que
todo lo que hagamos en el nombre de Dios -o por el poder de su Palabra- debemos
hacerlo sin referirnos a nosotros, sin comentar nuestros dones espirituales con
nadie, sin decirle a otros lo bueno que somos. Significa que cuando hagamos una
obra de misericordia, debemos hacerla en silencio, con humildad, prudencia,
diligencia, templanza, castidad, paciencia, bondad, compasión, misericordia,
etc. Para que nadie nos vea a
nosotros, sino a la acción de Dios dentro de nosotros. Para que vean el
Espíritu de Dios y no a nuestro cuerpo vanidoso. Para que le agradezcan a Dios,
no a nuestra autosuficiencia. Para que sean buenos de corazón, no de los labios
para afuera endulzando nuestro oído orgulloso. Los demás solo deben saber
quiénes somos por la rectitud de nuestra conducta humana, mediante el observar
a Dios en nuestras obras de misericordia.
La
anterior reflexión cobra gran relevancia en la actualidad, cuando observamos
cómo muchas Autoridades hacen gran alarde para entregar ayudas sociales que no
son financiadas por sus bolsillos, sino que son financiadas con recursos fiscales, los cuales a su vez son aportados por todos los chilenos a
través de impuestos de todo tipo.
Pero
esto ya se convirtió en una lamentable costumbre. Así, la gente de escasos
recursos debe asistir a Ceremonias y Actos en los cuales se les enrostra la ayuda
que están recibiendo. ¡Qué lejana esta actitud con el claro Mensaje del
Evangelio!
A
través del país, Autoridades de
diferente pelaje permanentemente entregan Viviendas, Subsidios, Sets de
Eficiencia Energética, Canastas de Útiles Escolares, Computadores, Becas,
Gratuidad Educacional, Hospitales, Agua Potable, Energía Eléctrica, Parques,
Plazas de Juegos, Puentes, etc., etc., haciendo entrega de estos beneficios en franca
actitud mesiánica. LA VERDAD ES QUE
TODAS ESTAS OBRAS Y AYUDAS SON FINANCIADAS CON RECURSOS FISCALES, generados
a través de Proyectos que generalmente se postulan a los Niveles Regionales
(léase FNDR, FIE, entre otros) y provienen de aportes sectoriales
pertenecientes a los diferentes Ministerios, los que también son entidades fiscales. En el fondo, ni siquiera
son recursos de los Sres. Ministros, menos de los Sres. Parlamentarios,
Gobernaciones o Municipalidades: SON
RECURSOS FISCALES. Lo que hacen los Organismos Intermedios o Personalidades
Políticas es GESTIONAR estos recursos
mediante la presentación de Proyectos Sociales, los que pueden ser aprobados o
rechazados. Ahí está la gracia: CÓMO SE REALIZA LA POSTULACIÓN DE PROYECTOS PARA
ACCEDER A LOS RECURSOS.
¡Pero
es saludable que quien haga entrega de una obra o recurso social de ayuda lo
diga! ¡Para qué tanto misterio! Los recursos son de todos los chilenos! También es saludable que las entregas
se hagan con la mayor discreción, sin parafernalia, bombos y platillos, sobre
todo en este año electoral en que puede dársele otra connotación.
Diferente
es la situación si la ayuda la realiza un filántropo, como es el caso del
Empresario Sr. Leonardo Farkas: él tendría todo el derecho a publicitar el acto
de ayuda social o humanitaria, porque
son sus recursos, es su dinero, y él es libre de hacer lo que se le ocurra
con su patrimonio. Si a él le parece, lo puede anunciar por la tele, por la
radio, por los diarios o por las redes sociales.
La nota positiva:
este año 2016 el Ministerio de Educación remitió una Carta a todos los
Establecimientos Educacionales de Chile que generan Subvención SEP, para que se
informe a los Apoderados la condición de alumno Prioritario o Preferente de sus
pupilos, información que deberá entregarse en forma individual y absolutamente
confidencial. Al firmar, el Apoderado que tiene esta condición recibirá una
Carta y un Díptico, en el cual se le explica la procedencia de los recursos que
legalmente son administrados por los Sostenedores Educacionales. Esto es lo que
debe hacerse en la entrega de todas las ayudas sociales: actuar con discreción.
Finalmente, una experiencia para
compartir: en otras décadas –cuando éramos
estudiantes beneficiarios de la JUNAEB- concurríamos con nuestros Apoderados en
forma individual y anónima para recibir un Set de útiles escolares, implementos
Deportivos y hasta Becas en dinero. La entrega se hacía en una Bodega (ni
siquiera era Oficina), que quedaba en calle “San Diego” entre Balmaceda y
Urrutia (vereda sur). Todavía tengo el recuerdo de la dulce y amable actitud de
la señora María Contreras, quien nos atendía junto a un diligente colaborador,
don Jorgito Guzmán: solo dos personas para atender a todos los beneficiarios de
Parral. A la distancia, gracias a ambos.
Autoridades,
por favor, reflexionen sobre el contenido de este artículo: la gente más
humilde se los agradecerá. Ellos no eligieron nacer pobres.
Luis Espinoza Olivares
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