Enviado por Luis Espinoza Olivares 08 abril 2016
La
concepción más simple para el común de las personas sobre la palabra
“libertad”, se asocia con el anhelo de poder decir y hacer lo que se quiera en
cualquier momento y en cualquier circunstancia. De veras, es muy difícil
establecer el delicado límite existente entre “libertad” y “libertinaje”.
Si
pudiéramos requerir la opinión de variadas personas sobre el concepto
“libertad”, nos encontraríamos con igual diversidad de respuestas, ya que cada
uno quiere asociar este concepto con experiencias de tipo personal que les haya
correspondido vivir y con las expectativas que cada cual tenga. Es que la
libertad siempre ha sido requerida para buscar nuevas y mejores formas de vida,
no solo en lo individual sino que principalmente en lo colectivo.
La historia
del hombre está plagada de hechos y acontecimientos en los cuales la búsqueda
de la libertad ha sido uno de los principales motivos que los justifican:
revoluciones, movimientos sociales, guerras, cruzadas, etc., han tenido el
concepto “libertad” como el componente básico que justifica la acción
individual y colectiva de millones de personas, quienes en su nombre han
promovido grandes cambios que, incluso, han marcado el cambio de una época a
otra.
“Libertad:
cuántas injusticias se han cometido en tu nombre”, dice el refrán popular que
denuncia los errores que en muchos momentos de la Historia de la Humanidad se
han producido, ya fuere porque las reales causas de los movimientos no eran
libertarias, o por liderazgos mal asumidos. Sea cual sea la causa de esos
errores, lo concreto es que muchas acciones humanas colectivas humanas han
llevado al fracaso por haber tratado de justificarlas en nombre de libertad, no
siendo esa su verdadera justificación.
En el
sentido más estricto, el concepto “libertad” es la facultad del hombre para
obrar según su voluntad o su naturaleza. Así lo plantea la más elemental de las
definiciones. El problema es que –de un mínimo análisis de esta concepción-
surgen las más variadas interrogantes acerca del correcto proceder que las
personas puedan tener en el legítimo uso de su libertad. ¿Están realmente
preparadas todas las personas para proceder en forma ética, principalmente en
la toma de decisiones que afectan a otras personas? ¿Cuál es la escala de
valores que poseen las personas para asegurarnos que sus acciones no
perjudiquen a otras personas? ¿De qué manera las decisiones de una persona le
benefician o perjudican? ¿Cuándo se inicia y se acaba la propia libertad? En
fin, ¿ejercemos responsablemente nuestra libertad?
Cada uno de nosotros tiene la respuesta…
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