Durante esta semana, celebraremos el día del libro y la lectura, actos, encuentros literarios, lecturas, cuenta cuentos y otros muchos eventos que destacan una preocupación especial por la literatura y su concreción, el libro. Intentando objetividad, quienes estamos ligados, directamente, con la obra escrita, debemos establecer claridad sobre diferentes variables que inciden, hoy por hoy, sobre la lectura y la creación literaria. El primer elemento sustantivo que es menester destacar se refiere a la pérdida, paulatina, del hábito de la lectura. En estos tiempos que corren, se lee menos que años atrás. La televisión y los medios de comunicación de masas ocupan el tiempo libre, la interacción en la red global (Internet) seducen a la sociedad, por señalar sólo algunos instrumentos que distraen nuestra atención. Por otra parte, los escritores, en general, tienen dificultades para editar sus textos, debido, fundamentalmente, al alto costo que significa ingresar un libro a imprenta, el tiraje de las ediciones ha disminuido considerablemente y el proceso de distribución no alcanza a todos los segmentos sociales.
Aquel atractivo seductor producido por una obra literaria en particular, hoy en día, se ha extraviado. Las nuevas generaciones aplican la ley “del menor esfuerzo”, vale decir, ante la indicación dada en clase por el profesor sobre una lectura específica, el alumno se propone leer “un resumen del resumen”, disminuir la cantidad de páginas del libro asignado, considerando, quizás, implícitamente, que es mejor dedicar aquel tiempo a otras tareas más llamativas, de interés colectivo y de entretención.
Por lo general, el libro se encuentra cerrado, escoltando estanterías, un digno hijo huérfano y abandonado.
Quisiéramos invitar a todos, niños, jóvenes, adultos, y adultos mayores a retomar el camino reposado de la lectura, a disfrutar en la fantasía de la imaginación y los mundos creados: Novelas, cuentos, poemas, dramas, ensayos nos hacen guiños a lo lejos, esperan serenos nuestra visita, quieren ser compañía en la soledad, información y contenido vital para la formación académica de los estudiantes, entretención y juego.
El libro, a pesar de las tremendas revoluciones tecnológicas que se suceden unas tras otras en el siglo XXI, continúa y seguirá siendo el mejor soporte para resguardar la memoria colectiva de los pueblos, el afán previsor sobre los nuevos tiempos, la carta de navegación para domesticar la nueva era.
El libro, a pesar de las tremendas revoluciones tecnológicas que se suceden unas tras otras en el siglo XXI, continúa y seguirá siendo el mejor soporte para resguardar la memoria colectiva de los pueblos, el afán previsor sobre los nuevos tiempos, la carta de navegación para domesticar la nueva era.
Amigo libro espera sobre mi velador, dame ánimo en la fatiga, emocióname, diviérteme, contigo aprendo cada día a ser más persona, mejor hombre o mujer, ciudadano más culto y educado. Disfrutemos, como antaño, de una lectura apasionada, cargada de sorpresas, nuevas y vitales experiencias, aquellas descubiertas por la magia transparente y cristalina de un buen escritor.
Marcelo Sepulvea Oses
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