¿HACIA DÓNDE TRANSITA EL NUEVO SIGLO?

Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 19 Ene 2009

No sin preocupación, hemos asistido al inicio del siglo XXI, digo preocupación puesto que todas las señales e indicadores de la situación actual de la Aldea Global nos advierten sobre graves peligros a que nos vemos enfrentados como sociedad. Estamos conscientes que, hoy por hoy, los cambios y sucesos sociales, políticos, religiosos, entre otros tantos, se producen en breves períodos de tiempo histórico. En la era del conocimiento y las comunicaciones, como identifican a este siglo algunos especialistas, debemos acostumbrarnos a los cambios permanentes, explosivos e innovadores, aquellos que presuponen modificación de creencias, revisión acuciosa de preceptos morales, éticos o valóricos, instalación de nuevas propuestas de pensamiento, desarrollo de la técnica y la tecnológica.

El siglo XXI se inaugura con el tremendo atentado ejecutado en las Torres Gemelas, quizás sino previsor del tiempo nuevo. Avanzando en los primeros años de esta centuria diagnosticamos un proceso de crisis financiera mundial sin precedentes, casi todos los mercados del mundo acusan pérdidas millonarias. Los países desarrollados evidencian una desaceleración del crecimiento, la sociedad capitalista reconoce un quiebre económico. En tanto, la guerra desatada en la Franja de Gaza, descubre la fragilidad en que sustentamos la paz en el planeta: Hoy día Israel retira sus tropas y propone una tregua de una semana. ¿Será posible decir ¡No! definitivamente a la guerra y sus monstruosas implicancias? Este nuevo siglo, en ocasiones nos asusta: Recorren las calles de las ciudades y los intrincados laberintos del mundo rural la droga, el contrabando, el hambre, la miseria, el sida, falta de trabajo, secuestros, etc. Quizás, en un futuro no muy lejano, nuestros hijos nos preguntarán ¿Cuál fue nuestra apuesta para construir un mundo mejor?

Hoy, en Estados Unidos, asume el primer Presidente de origen Afro-americano, Barack Obama. ¿Podremos especular un cambio importante en la nación que articula el eje del mundo capitalista? Sólo, el inexorable paso del tiempo nos dará respuesta.

Chile, en el contexto de la globalización, no se encuentra ajeno a ninguno de los fenómenos mencionados y otros tantos que no hemos evidenciado, debemos estar atentos, los grandes procesos históricos de trasformación no siempre son destructivos; quizás, alguna pequeña ventana se puede abrir y mostrarnos el reino de la paz, la armonía y el amor. Aún, depende de nosotros.

Marcelo Sepulvda Oses