jueves, enero 05, 2017

AÑO NUEVO: TIEMPO NUEVO

Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 02 enero 2017
fotomarcelo

Bajo un cielo cargado de estrellas, mientras la noche es clara y serena, cuando el gallo canta sin límite, aquí en el sur amado, vestido de verde en los sembradíos, cuando los ríos disminuyen su caudal, es verano, época de cosecha, de abejas buscando su alimento y guardar reservas para el invierno, de niños jugando en la calle despreocupados de la escuela, de frutas apetitosas en su madurez, de sol en día abierto y despejado, entonces, en el mundo occidental, damos paso a un nuevo año y podremos proponernos estrategias y motivos para que este 2017 sea un año de esperanza, éxito y buenaventura.

Quizás, algunos de nuestros coterráneos no pudieron celebrar, ni sentarse a la mesa, pues sus recursos son escasos o el abandono les conduce solos en esta vida nuestra y sea para ellos mi primer saludo, siempre estar atentos al que sufre y necesita de una mano amiga, así construiremos una mejor sociedad, más justa y equitativa. Hoy, que comienza un nuevo año calendario pongamos atención en el desvalido y minusválido, ser caritativo y solidario es una práctica humanitaria exclusiva y devota.

En año nuevo, es pertinente planear y diseñar objetivos de vida personal y en nuestro trato en comunidad, proponer un pacto de armonía, equidad y justicia, ser honestos y honrados, “buena gente” y “buenas personas” para alcanzar la paz y la armonía como centro medular de la convivencia en sociedad. A veces, escuchar al otro, ofrecer una palabra de aliento, reconocer logros y metas de quien convive a mi lado, felicitar la eficacia en el quehacer cotidiano, saludar a quien transita junto a mí en los senderos de la existencia, ser amable, cortés y prudente, buen amigo y fiel compañero.

Año nuevo, tiempo de evaluación del año que nos deja, calificar logros y resultados, reconocer errores y desaciertos, equívocos en la convivencia con otros o cuando la desidia y flojera nos conduce a dejar de hacer nuestra labor y tarea. Evaluar cada práctica cotidiana, nuestras relaciones interpersonales, la comunión en la familia, el respeto y concordia en la trabajo.

En este nuevo año demos oportunidad a niños y jóvenes de educarse en calidad, de adquirir las mejores competencias posible en la escuela o liceo, de practicar valores positivos para su convivencia en sociedad, tiempo de jugar, recrearse e imaginar mundos nuevos, oportunidad de aumentar su capital cultural, poder elegir en conocimiento su futuro y proyecto de vida, descubrir talentos y vocación; a la generación adulta cumplir con su labor, oficio o profesión, ser eficaces en el quehacer y responsables tanto en el trabajo como en convivencia familiar, ser padres modelo y ejemplo para sus hijos; a la generación de adultos mayores la oportunidad de disfrutar su tiempo de descanso u ocio al final de sus días en la tierra, que atendamos a sus necesidades y escuchemos la sabiduría en las palabras de quienes han vivido lo suficiente para llegar a ser sabios en su consejo.

En este año nuevo, apelamos a nuestras autoridades para que elijan el camino de bien y la concordia, que siempre expongan el bien común como valor fundamental, preocuparse por las necesidades de la población, pero también, en el entendido, de enseñar a enfrentar las dificultades y avatares de la existencia humana. El líder debe ser un maestro que indique un sendero por el cual transitar para alcanzar el éxito en la faena.

Al igual que la abeja o las hormigas, en esta estación estival debemos guardar alimento para el tiempo de invierno: lentejas, porotos y garbanzos, una rica mermelada, fruta congelada, entre tantas otras, guardar la leña en el fogón para entibiar el aire del frío  invernal, así reza el dicho popular: “El que guarda siempre tiene.”

Que este año nuevo, sea próspero para cada habitante de mi territorio sur y también para el resto del mundo en esta aldea global, si cada quien ofrece su mejor empeño podremos alcanzar las metas y objetivos, aunque estos parezcan inalcanzables.


Un saludo afectuoso a cada amable lector y que el 2017 esté plagado de felicidad, armonía y paz, habrán otras noches cargadas de estrellas, pero también noches oscuras y en cerrazón. Estar atentos y preparados: No sabemos qué nos depara el futuro.

Marcelo Sepúlveda Oses

1 comentario:

Unknown dijo...

Me gusta mucho tu trabajo literario amigo. Felicitaciones