
Enviado por Luis Espinoza Olivares el 21 Jun 2009
La Conquista del Paraíso… Parodiando el nombre de una hermosa melodía, esta reflexión no tiene otro sentido que despertar el interés por poner atención a muchos detalles que diariamente nos reivindicarán como personas…
Todos los días al levantarnos, es seguro que estemos pensando en todas aquellas personas que sufren frío y hambre, y naturalmente nos haremos el ánimo de dejar nuestra rutinaria tibieza para realizar alguna acción para ir en su ayuda. Es duro saber que la mayoría de las veces este pensamiento no nos acompaña y simplemente hacemos lo que está pauteado, establecido, predeterminado por nuestros actos reflejos.
Y allí están los que sufren, los que siempre han sufrido en la esperanza, los que esperan que cada día alguien los escuche, los que han estado calladamente toda su vida esperando una digna solución a sus problemas existenciales, que pasan no solo por sus carencias materiales. De vez en cuando alguien los escucha y los ayuda, pero con ciertos intereses…
Qué duro debe ser para un padre que está sin trabajo saber que su hijo no puede acceder a la Educación Superior, porque a pesar de las tantas ayudas sociales (becas, créditos, etc.), igual no pueden continuar, pues la usura de los Bancos y de las Casas de Estudios Superiores deja a sus hijos hipotecados por el resto de sus vidas. ¿Hasta cuándo…?
Y allí están los de siempre… los habitantes del silencio y de la esperanza… Como dice Phill Collins en una de sus canciones “Otro día Más en el Paraíso”. Allí están los de siempre, los de ojos color esperanza, esperando una mano sincera, una ayuda fraterna, pero sin fanfarria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario