UNA OPINIÓN / LA PROTECCIÓN SOCIAL
Enviado por Luis Espinoza Olivares el 13 Oct 2008
La Protección Social. Uno de los mayores logros de Gobiernos de Chile durante los últimos 70 años, ha sido el expandir Programas y Políticas Sociales destinadas a favorecer a las familias de más escasos recursos. Se incluye en este segmento a todas aquellas personas que no han tenido las mismas oportunidades para acceder a los bienes y servicios que la sociedad ofrece.
Ya desde el Gobierno de don Pedro Aguirre Cerda esta preocupación estaba presente a través del FRAP, llegando el Sr. Presidente a esgrimir una frase: “Gobernar es educar”. Con ello planteó que una de las principales acciones de cualquier Gobierno es la Educación Sistemática, entregando una poderosa herramienta para la promoción social. Hoy, más que nunca, la Educación está en la preocupación de la sociedad. Paralelo a ello, la Protección Social se ha convertido en uno de los pilares de las últimas administraciones. Bien por ello, pues así se está favoreciendo la justicia social y se combate la pobreza, para erradicarla.
Sin embargo, quedan varias interrogantes y preocupaciones. La primera: ¿Por qué, a pesar de la amplia cobertura de los Programas Sociales, cada día aumenta el número de personas en condición de pobreza y vulnerabilidad? Ello queda demostrado con el reciente anuncio del Ministerio de Planificación, en términos de la pronta ampliación del Programa Chile Solidario a 50.000 personas más. O sea, en vez de reducirse la pobreza, se ha ampliado. No conozco la cifra exacta de personas y familias que actualmente pertenecen a este Programa. Convengamos que la cobertura de Programas Sociales es amplia, incluyendo los Subsidios.
Segunda preocupación: ¿De qué manera se asignan estos Programas? No existe un conocimiento público acerca del procedimiento de selección de beneficiarios. Está claro que la Red de Protección Social debe focalizarse en las personas más vulnerables, para eso están los recursos fiscales, provenientes principalmente de los Impuestos a los contribuyentes y consumidores. Pero, muchas veces se observa a personas que no son precisamente vulnerables y están cubiertos por estos Programas. Creemos que debiera hacerse más público el procedimiento de selección y la nómina de los beneficiarios.
Otro aspecto: Chile debe ir abandonando los Subsidios y generar más puestos de trabajo productivo. Un jefe de hogar debe sentir la satisfacción de llevar el pan diario a su hogar, producto del esfuerzo y la dedicación demostrados en la actividad laboral. El trabajo da dignidad y fortalece la autoestima de las personas. “A quien tiene hambre, no le des un pescado: enséñale a pescar”, dice un conocido refrán. Eso es lo recomendable, no dar tanto pescado, sino que enseñar a pescar.
Si seguimos aumentando el gasto fiscal para Programas Sociales, al final cualquier recurso se hará escaso y veremos aumentada la carga impositiva. La Protección Social debe ir dirigida específicamente para quien la necesita.
Luis Espinoza Olivares
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