LA LECTURA: UN FACTOR DE CAMBIO
Enviado por Alejandra Gallero Urizar el 22 Oct 2008

No es muy habitual que los noticiarios de televisión entreguen noticias positivas, (exceptuando, por supuesto, el éxito de la Selección de Fútbol Chilena contra la Selección Argentina). Es por ese motivo que considero que es un privilegio poder expandir la noticia del ámbito socio-cultural que escuché esta semana.

En un campamento, ubicado en el sector marginal de Santiago y que está próximo a ser trasladado a viviendas más dignas, instalaron una biblioteca que contiene 500 libros. En el proyecto participaron los pobladores, algunos privados y “Un techo para Chile” que construyó el modesto, pero muy digno espacio para la biblioteca.

El periodista del canal televisivo que presentaba la noticia, entrevistó a pobladores, pobladoras y a niños y jóvenes que frecuentan el lugar. Los adultos habían encontrado en la biblioteca un motivo para salir de la rutina hogareña. Al ver en sus hijos y en los hijos de sus vecinos el entusiasmo con que van a leer un libro, han vuelto a creer que puede existir un futuro mejor para las nuevas generaciones. La cadena que parecía indestructible, en donde no existían posibilidades de movilidad social y cultural dentro de su grupo, hoy se ha transformando en una nueva esperanza. Creen firmemente que si mantienen el hábito de lectura y se les dan las oportunidades, sus niños podrán llegar a la universidad y ser profesionales. Por cierto que la diferencia con que ven el futuro, les ha dado un aliento nuevo para actuar en coincidencia para que el sueño se concrete.

Un grupo de pobladoras han recibido los conocimientos básicos para actuar como bibliotecarias.

Los niños comparten la lectura con sus padres y los jóvenes han postergado algunas horas de vagabundeo por las calles o de juegos, en especial a la pelota, por entrar a formar parte, a través de los libros, de las aventuras de su héroe favorito. Uno de ellos confesó que su héroe era Ulises.

Sé que ésta no es la única experiencia de este tipo que se está desarrollando. Tanto mejor. Estoy convencida que el descubrir mundos nuevos y conocer la realidad de algunos personajes, quizás, no muy diferente a la suya propia, les abre los ojos a una multiplicidad de factores, que, de no mediar los libros no habrían encontrado.

Noticias como ésta me devuelven la credibilidad en el ser humano y su capacidad de superación. Ojalá este ejemplo nos predisponga a todos, no sólo a colaborar con iniciativas como ésta, sino también a revalorar la lectura para nosotros y nuestras familias. Leer es soñar, es recorrer al mundo sin movernos de donde estamos, es conocer culturas nuevas que nos enriquecerán. Tratar de enumerar todo lo que un libro entrega es imposible. Por ahora, deseémosle a estas familias y a sus hijos que la lectura los lleve tan lejos como ellos quieran llegar.

Alejandra Gallero Urizar