lunes, febrero 14, 2011

VERSOS DEL NUEVO SIGLO

Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 14 Febrero 2011
muevomono

Hace un tiempo (link), publicamos, a través de este medio, algunos de mis trabajos poéticos en la certeza que el fin último de cada texto es un lector real que completa el esquema básico de la comunicación: Emisor-mensaje-receptor.

El poema germina, nace y se nutre de la realidad que circunda a su creador, del momento histórico en el que habita, de acontecimientos, hecho u acciones, a veces comunes y triviales, a veces confusas. Es una mirada fotográfica que representa emociones, sentimientos, crítica de toda índole, predicciones y representación, en palabras, del mundo concreto o imaginario, todo depende del oficio, destreza y habilidad de quien se percibe a sí mismo como poeta y cantor.

A continuación editamos el poema “Buscándote” una obra que expresa amor y nostalgia ante la pérdida y un sentido de entrega al continuar buscando al ser amado, aún cuando existen señales inequívocas que advierten el advenimiento de la soledad.

Cuando celebramos el “Día de los enamorados” me parece pertinente ofrecer un pequeño obsequio, un mínimo presente a quien amo, aquella mujer que está a mi lado y a quien no necesito buscar: Eres tú, Rosa Irene.

Hubo campanas de oro replicando en el firmamento.
Todas las miradas callaron de improviso
y el viento en señal de luto
se sentó a observar
aquel horizonte inmóvil.
Un silencio sepulcral hirió la noche profunda
perros desquiciados aullaban bajo una lluvia implacable
y desde la distancia estelar del último beso
una gota constante retumbó desde mis ojos...
Dieron vuelta los versos raíces y surcos
por si entre los terrones
o en las telarañas tejidas por los árboles bajo tierra
el perfume de tu vientre fértil
escondió algún rastro o sutil detalle
senda indeleble esparcida por tus labios
acertijo cruel o respuesta infame…
¡Buscándote
sin tregua, seguiré buscándote…!

Publicamos este artículo bajo el título: “Versos del Nuevo Siglo” pues me considero poeta del siglo XXI, ya que uno se va educando en este oficio, poco a poco, con paciencia y dedicación, leyendo, observando, acumulando experiencia, respetando la maceración de los versos como las nobles aceitunas, esperando el instante propicio cuando el poema está concluido y pueda ir por el mundo respirando propia vida. La poesía produce canciones y cada canción una emoción particular y genuina, aquella, que sin lugar a dudas, inspira al amor de los enamorados.

Marcelo Sepúlveda Oses

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