sábado, enero 10, 2009

UNA OPINIÓN / LA CONSTRUCCIÓN DE UN MUNDO MEJOR
Enviado por Luis Espinoza Olivares el 10 Ene 2009
El solo título de este artículo sugiere el recuerdo de una expresión muy socorrida, anhelada y hasta reiterativa en discursos, propuestas e insinuaciones de modelos de sociedad. Y es que desde tiempos muy antiguos el ser humano ha estado tratando de mejorar el entorno que le rodea, en toda su expresión, en todos lo ámbitos.
Miles han sido los seres humanos que se han esforzado por construir un mundo mejor, tal vez cientos de miles las personas que han dejado sus mejores años en aras de edificar un planeta más amable, más acogedor. Algunos incluso han ofrendado su vida en pos de este ideal. Se les recuerda con respeto, cariño y admiración, pues fueron capaces de postergarse a sí mismos para aportar a cada instante sus mejores energías y voluntad, llegando incluso algunos a dar su vida en defensa de sus nobles ideales. Grandes pensadores, científicos, religiosos, pacifistas: Cristo, Einstein, Ghandi, Galileo, Servet, Teresa de Calcuta, Beethoven y tantos nombres que marcaron a la Humanidad, hombres y mujeres nacidos con un destino y con una misión, con un ideal… Y fueron capaces de transmitir la necesaria energía para mejorar el mundo a través de la Ciencia, la Religión, las Artes, las Letras. En fin, seres excepcionales que fueron capaces de hacer una propuesta de vida destinada a sembrar en la Tierra la paz, el amor, la verdad, la justicia, la solidaridad, la sensatez y el libre desarrollo del espíritu humano.

Cada cierto tiempo emerge en la faz de la Tierra uno de estos seres quienes, en forma innata y con una visión preclara, son capaces de liderar un Proyecto de Sociedad distinto, una nueva forma de vivir, desafiante para lo que se admite como normal en la época en que les corresponde vivir. En la mayoría de los casos son incomprendidos, difamados, perseguidos, descalificados. Pero siempre estos líderes exhiben en común algunos rasgos tales como la inteligencia, carácter firme, idealismo a toda prueba y la indestructible convicción que sus planteamientos son correctos, lo que en la casi totalidad de los casos es valedero. Digo esto porque ha habido otro tipo de líderes de talla mundial, con las características antes descritas, pero que lamentablemente han arrastrado a la Humanidad al caos, al desastre, a la ignominia y a la muerte, como es el caso de Adolfo Hitler y tantos otros que, siendo brillantes y carismáticos, han empleado su inteligencia precisamente para lograr lo contrario al sueño de un mundo mejor.

El punto es que el ser humano tiene la total libertad de optar entre el bien y el mal: ambos caminos están ahí, a los ojos del hombre desde su nacimiento. Por ello cobra inmensa importancia el rol de la educación en todas sus expresiones, la educación en el hogar, en el colegio, en la comunidad. Que cada niño o niña desarrolle desde su más temprana edad la capacidad de discernir y optar por el bien, para que en su etapa adulta contribuya a la construcción de un mundo más humanizado.

A más de alguien estas expresiones le parecerán obvias, pero no lo son tanto. De no ser así, les invito a reflexionar en el estado actual de la humanidad: a pesar de los incansables esfuerzos de millones de personas por instalar la paz y la sana convivencia, aún en pleno siglo XXI existen conflictos bélicos casi sin solución, guerras civiles, guerrillas, narcotráfico, secuestro organizado, corrupción a gran escala, tráfico de armas, aborto, etc.

¿Qué podemos hacer ante este sombrío panorama? Es difícil pensar que cada ciudadano por separado pueda resolver este magno problema. Sin embargo, cada persona puede contribuir con sus propios actos a mejorar el entorno inmediato, preocupándose de mejorar las relaciones humanas con las demás personas, especialmente las más cercanas. Es fundamental también educar correctamente a la familia, valorando la enseñanza moral y espiritual por sobre lo material. Inculcar el sentido profundo de la palabra “respeto” en cada niño, de modo que cuando adulto sea capaz de aceptar y comprender a todas las personas, por diferentes que cada una de ellas sea. Estos son los puntos de partida para establecer definitivamente la Paz a nivel mundial.
El mundo será mejor cuando cada uno de nosotros se haga mejor como persona”.
Luis Espinoza Olivares

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