Enviado por Luis Espinoza Olivares 26 marzo 2017
¿AQUÍ
SE VIVE EL ORGULLO DE SER PARRALINO…?
Esta dubitativa frase inicia nuestra reflexión haciendo alusión a un pomposo
letrero que se ubica en la entrada principal de Parral, y que en forma majadera y hasta arrogante nos pretende recordar que debemos sentirnos orgullosos de
ser parralinos.
Para
sentirnos orgullosos de ser parralinos no debemos decirlo ni declararlo, sino
que debemos vivirlo. Se sienten orgullosos de ser
parralinos quienes anónimamente todos los días contribuyen al engrandecimiento
de esta querida comuna, quienes han renunciado a emigrar a otras latitudes para
estar siempre aquí en las buenas y en las malas, y que año tras año han
aportado lo mejor de sí mismos en el ámbito laboral, cultural, gremial,
deportivo y en otras áreas, sin esperar recompensa de ninguna especie.
Estamos orgullosos de nuestra tierra quienes toda la vida
hemos vivido en Parral, quienes hemos formado una familia aportando hijos
profesionales, quienes hemos entregado lo mejor de nosotros por contribuir
humildemente al desarrollo de nuestra comunidad a través de la Educación, de
los medios de comunicación, del Deporte, de la Cultura… Tenemos derecho a decir
que somos orgullosos de ser parralinos.
En lo personal, con 40 años en la Educación parralina,
cofundando Colegios Municipales y Particulares, aportando buenos resultados; participando
en la fundación de la Sociedad de Escritores de Parral, en la fundación de la
Corporación Cultural “Pablo Neruda”, cofundando dos Clubes de Atletismo
actualmente vigentes como el Club de “Atletismo de Parral” (año 2000) y Club de
Atletismo “Pablo Neruda” (año 2012), tengo derecho a decir que soy
profundamente parralino.
Como integrante de la Directiva del Hogar de Cristo de
Parral por 3 años; como Presidente y Secretario Comunal del Colegio de Profesores
de Parral durante 5 años; como Relacionador Público de muchas Instituciones
Folklóricas y Culturales de la Comuna, tengo derecho a sentirme profundamente
parralino.
Creo interpretar a miles de personas quienes calladamente
día a día han entregado su mejor esfuerzo para hacer de Parral un lugar más
acogedor y fraterno. No estamos de paso como algunas personas que vienen
durante un breve tiempo a desarrollar una labor y luego se van… sin dejar
huella alguna. Los parralinos siempre hemos estado intentando mejorar nuestras
herramientas profesionales y laborales para hacer nuestra labor de la mejor forma, con ética y mística.
Con preocupación los parralinos vemos como en los últimos
años se ha privilegiado en nuestra Comuna a muchas personas provenientes de
otras Regiones del país, para hacerse cargo de labores directivas en distintos
ámbitos del quehacer laboral comunal. Eso es legítimo, siempre y cuando los
foráneos superen con méritos a quienes somos de Parral. Por muy respetable que
sea la trayectoria de estas personas, creo firmemente que en Parral existen
personas que sobradamente tienen las capacidades, las competencias, la
preparación, los méritos, el sentido de identidad y pertenencia con Parral y el
compromiso suficiente para desempeñar distintas funciones, superando largamente
a quienes llegan desde otras latitudes. Es cosa de realizar una ecuánime Evaluación
de Desempeño y una Evaluación Curricular para comprobar que muchos parralinos
cumplimos largamente no solo con los requisitos exigidos, sino que aventajamos
a los foráneos en el grado de compromiso y conocimiento que tenemos de nuestra
Comuna y de las diferentes Instituciones. Claro está que, para realizar una
buena selección, deben aplicarse procedimientos y criterios absolutamente
técnicos, dejando de lado cualquier otra consideración que no sea la que se
asocie con los perfiles requeridos, como por ejemplo criterios de tipo
político, religioso o condición física o atarea.
Asimismo, en los procesos de selección deben tenerse en
cuenta la trayectoria profesional y personal de los postulantes, como también
los resultados en el desempeño de cargos anteriores. Es lo mínimo que se pide.
Por último, además de cumplir
largamente con las exigencias técnicas, profesionales y curriculares, los
parralinos tenemos de “yapa” algunas características que las personas que proceden desde otras ciudades no tienen:
un mayor arraigo con las
características y costumbres de nuestra Comuna y una mayor identidad y compromiso con todo lo parralino.
Soy parralino de corazón, aunque esto moleste a
algunos pseudotecnócratas
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