Enviado por Luis Espinoza Olivares 24 febrero 2016
Creo en Dios, pero no en los mercaderes
de la fe.
Creo en la vida, pero no en los
adoradores de la muerte.
Creo en el amor, pero no en quienes
comercian con este noble sentimiento.
Creo en la caridad, pero no en los
repartidores de limosnas.
Creo en la verdad, pero no en los
dogmáticos.
Creo en la esperanza, pero no en quienes
la usan para engañar a otras personas.
Creo en la libertad, pero no en los
vendedores de ilusiones.
Creo en la justicia, pero no en los
injustos disfrazados con la balanza.
Creo en la paz, pero no en quienes promueven
la guerra.
Creo en la belleza, principalmente en la
belleza interior.
Creo en la amistad, pero no en los
oportunistas.
Creo en la democracia, pero no en
quienes usufructúan de ella.
Creo en una mirada limpia, en un alma
transparente y en un rostro puro.
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