Enviado por Luis Espinoza Olivares 15 enero 2016
COMENZÓ
LA “FIESTA”
Ya vamos en la tercera
semana del mes de Enero del nuevo año… Parece que todo gira vertiginoso,
dinámico, rápido, veloz… Pero, a tener cuidado porque no siempre el más rápido
es quien llega primero: sino, recordemos la conocida fábula de la liebre y la
tortuga en su permanente carrera.
Todo
esto porque el año 2016 será un año de elecciones municipales mediante las
cuales se elegirán Autoridades Edilicias (Alcaldes y Concejales) en las más de
350 Comunas del país. El tema es que ya hay algunas liebres en carrera, hace
rato…
Pero,
cualesquiera sean los elegidos (liebres o tortugas), lo importante es que se
elija a quienes den plena garantía de una sana conducción de los destinos de
las Comunas. No en vano hoy la Comunidad nacional, con el empoderamiento que le
ha concedido la democracia, está en un permanente cuestionamiento de la labor
desarrollada por las Autoridades de los distintos niveles de la sociedad.
Derechamente hoy no hay
confianza en la mayoría de los líderes nacionales, regionales, comunales, sean
estos dirigentes políticos, empresariales, eclesiales, comunicacionales,
deportivos. Y ello se ha producido porque en la mayoría de los casos se observa
una incongruencia entre lo que los líderes o dirigentes dicen y hacen. Para
mayor abundamiento, esta desconfianza nace de la certeza de hechos comprobados
en la práctica, la cual ha evidenciado documentada y judicialmente que en
múltiples casos los líderes no están al servicio de la Comunidad, sino que
simplemente se sirven de ella.
Botones
de muestra: caso MOP-gate; caso Coimas (2002); caso CHILEDEPORTES-Publicamp;
caso INVERLINK; caso EFE (Ferrocarriles 2003 – 2005); últimamente, se han hecho
públicos los casos PENTA; CAVAL; SERNAPESCA; SOQUIMICH; caso colusión
empresarial (del papel tisú, pollos, etc.); escándalo en la ANFP; caso
Sampaoli; Milico-gate; escándalo de la basura de dos Municipios metropolitanos;
formalización del Alcalde y Concejo Municipal en una Comuna de la Región del
Maule, etc, etc., por nombrar algunas situaciones. En la mayoría de estos casos
se defraudó al Fisco (dinero de todos los chilenos).
Por esto y mucho más, las
encuestas de opinión realizadas a lo largo del país reflejan altos niveles de desconfianza, incredulidad y
cuestionamiento de la ciudadanía hacia lo político, empresarial y dirigencial,
panorama del cual pocos se escapan.
En
este orden de cosas, los ciudadanos comunes y corrientes esperamos de nuestros
líderes un perfil y comportamiento que se ajusten a lo que la sociedad
actualmente demanda. Entre otras, deseamos que en ellos se manifiesten las
siguientes características: objetivos y metas claras, cumplimiento del programa
de trabajo, gran dedicación a su labor, orden, equilibrio, decencia, veracidad,
sobriedad, austeridad, perseverancia, exentos de populismos y con sentido ético
e innovación. Queremos que las Autoridades no usen los cargos públicos para dar
puestos de trabajo a personas que participen en sus campañas, como pago a
“favores políticos”.
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