HASTA SIEMPRE, MARIO BENEDETTI

Enviado por Alejandra Gallero Urizar el 24 May 2009

Duele el fallecimiento del gran novelista, poeta y ensayista Mario Benedetti. No obstante, alegra reconocer que ha dejado con su vida y su obra un legado que pasa a formar parte del conjunto de aquellos escritores de cuyo manantial se nutren, no sólo los que se dedican al mismo oficio, sino todo aquel que aprecia la literatura latinoamericana.

Nació el 14 de septiembre de 1920 en Paso de Toros, Uruguay. No pudo continuar sus estudios escolares debido a circunstancias económicas, por lo que a los catorce años comenzó a trabajar y a estudiar como alumno libre. Ejerció diversos oficios: vendedor en una empresa de repuestos para automóviles, taquígrafo, cajero, contable, funcionario público, traductor y periodista antes de dedicarse a lo que más quería, la escritura. - “Cuando tengo una preocupación, un dolor o un amor tengo la suerte de poder transformarlo en poesía”, afirmaba.

En 1971, junto a los miembros del Movimiento de Liberación Nacional, Tupamaros, creó el Movimiento de Independientes 26 de marzo que pasó a formar parte de la coalición de izquierdas. Este compromiso con el movimiento subversivo le costó diez años de exilio cuando, el 27 de junio de 1973 su país se estremeció por los efectos de un golpe de estado. Estuvo en Argentina, Perú, Cuba. En 1977 se instala en Madrid, España. La dura experiencia que lo aleja de su tierra se trasluce en varias de sus novelas y poemas.

Fue galardonado con muchos premios alguno de los cuales son: en 1986 el Premio Jristo Botev de Bulgaria; 1987 en Bruselas, Premio Llama de Oro de Amnistía Internacional por su novela “Primavera con una esquina rota”; 1989 fue Condecorado con la Medalla Haydeé Santamaría entregado por el Consejo de Estado de Cuba; 1996 Premio Morosoli de Plata de la Literatura, adjudicado por la Fundación Lolita Rubial, Uruguay; y en 1996 en Chile fue distinguido con la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral.

La poesía se convirtió en el único báculo para afrontar sus últimos años, tras la muerte en 2006 de su esposa, Luz López, compañera desde hacía más de seis décadas y su mejor crítico. La de Benedetti ha sido “una vida que ha ido persiguiendo la utopía y que por eso mismo ha encontrado en la poesía su mejor expresión, o por lo menos, la más querida, la más auténtica”, señala su biógrafa Hortensia Campanella.

En su última aparición pública, en diciembre de 2007, aclamado por los cientos de estudiantes que reconocían en el poeta a su bardo nacional, Benedetti fue condecorado con la Orden Francisco Miranda por el presidente venezolano Hugo Chávez, en la Universidad de la República del Uruguay.

A los 88 años de edad, con su organismo deteriorado y su espíritu deseando reencontrarse con su compañera de tantas décadas Luz López, dejó de existir el 17 de mayo del año en curso.

He aquí un poema inédito en el que expresa sus anhelos:

LIBROS

Quiero quedarme en medio de los libros

vibrar con Roque Dalton con

Vallejo y Quiroga

ser una de sus páginas

la más inolvidable

y desde allí juzgar al pobre mundo

no pretendo que nadie me encuaderne

quiero pensar en rústica

con las pupilas verdes de la memoria franca

en el breviario de la noche en vilo

mi abecedario de los sentimientos

sabe posarse en mis queridos nombres

me siento cómodo entre tantas hojas

con adverbios que son revelaciones

sílabas que me piden un socorro

adjetivos que parecen juguetes

quiero quedarme en medio de los libros

en ellos he aprendido a dar mis pasos

a convivir con mañas y soplidos vitales

a comprender lo que crearon otros
y a ser por fin este poco que soy.

Hasta siempre, Mario Benedetti, nos encontraremos entre las páginas de un libro, estoy segura de ello.

Alejandra Gallero U.
parralina@yahoo.com