BIENVENIDO SAN VALENTÍN: “DÍA DE LOS ENAMORADOS”
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 08 Febrero 2010

“Uno propone y Dios dispone” reza un dicho popular y común en nuestra zona. Así las cosas, vamos planeando el futuro y a veces descuidamos el presente o desconocemos las experiencias anteriores para evitar cometer las mismas equivocaciones. Demos atención a los hechos cotidianos, por burdos o poco trascendentes que pudiesen ser.

El próximo domingo, el santoral católico recuerda a San Valentín y por estos acuerdos tácitos de la publicidad y marketing: El día de los enamorados.


Aquel sentimiento especial que nace desde lo profundo del ser humano: El amor. Este se apodera de novios, pololos, parejas, esposos y otras tantas relaciones interpersonales que involucran amar y ser correspondido.

Me asombra, sobre manera, enterarme de asesinatos, golpizas y agresiones entre personas que en algún momento de sus vidas se declararon amor profundo y eterno. ¿Por qué el hombre o mujer, en arranques de ira incontrolables, despecho, celos o furia injustificada puede herir, físicamente, a otros o en un marcado sentido de furia atentar, sicológicamente, sobre aquel más débil.

Los poetas han cantado al amor, a la pasión o el momento de la ruptura inevitable, muchos más se declaran fidelidad y vida en común para formar una familia. Vienen los hijos cargando aquel caudal de dificultades que implica la crianza de la prole y pasados los años, ya adultos mayores, se reconocen el uno en el otro como enamorados para siempre.

El cariño y el afecto no es exclusividad de los enamorados, así podemos amar a los padres, a los hermanos, amigos, personas cercanas, un profesor especial que dejó alguna huella en las mentes infantiles del aprendiz, un maestro guiando a su discípulo, amor a Dios, a la patria, al trabajo… Debería enumerar una prolongada lista de los tipos y opciones de amar. Por gentileza, amable lector, complete su propia y personal nómina…

El tiempo de amar es hoy y entonces que se representan en todos quienes se ligan y unen a nuestra existencia de diversa forma en una comunión armónica, virtud, por lo demás, exclusiva del ser humano según nuestro modesto conocimiento.

Por ser San Valentín, propongamos gestos que representen y validen el amor a todos aquellos que nos rodean, novios o espesos, madres y padres. Juntos, verbalizando nuestro cariño al semejante, ayudaremos a construir una sociedad más feliz.

Declaro mi amor humilde y comprensivo a mis seres queridos y respeto prudente a mi prójimo. De tal modo, propongámonos demostrar amor a los otros y quizás: Dios nos ofrezca días mejores. Para todos, feliz día de los enamorados y para quienes están solo, abandonados sin amor y esperanza, muchas bendiciones, que ésta sea una oportunidad de evidenciar aquellos sentimientos imperecederos y perdurables que resguarda el alma, el espíritu y la mente humana.
Marcelo Sepulveda Oses