Hoy deseo referirme al eficaz y eficiente uso que se está dando a nuestro remozado Teatro Municipal, durante la semana tuve la oportunidad de presenciar dos representaciones de distinta naturaleza, pero con un elemento en común, la masiva asistencia del público parralino.
No me referiré a los detalles negativos o desaciertos, pues considero que todos debemos darnos la ocasión de frecuentar este espacio cultural y dar buen uso a nuestro tiempo libre, por tanto reconozcamos lo que se está haciendo y esperemos confiadamente en lo que vendrá. El miércoles 01 de febrero, con motivo de la gran misión familiar de la Iglesia católica, se nos invitó a reunirnos en torno a una representación dramática, personificada por los mismos misioneros, me entretuve, al igual que el resto del público, estuvimos atentos a los equívocos y desaciertos de Don Benigno producto de su afán en agregar nuevos elementos a las copuchas y cahuines de un pueblo, que bien podría ser Parral u otra ciudad, una comedia bien lograda y sobretodo que cumplió con las expectativas de quienes pudimos asistir al teatro y sonreírnos con esta representación: “A mí me lo contaron”.
Luego, el viernes recién pasado, fuimos convocados al Festival de Teatro en Parral. Así también, debemos considerar la gran asistencia de público, butacas completas para adentrarnos en una historia trágica con el acierto de momentos jocosos y de comedia. Me agradó el texto dramático o libreto, desconozco su autor y debo mencionar que descubrí una historia correctamente urdida, impresionando con giros rápidos que generaron la atención permanente de los asistentes, no era fácil predecir los acontecimientos, lo que obliga a no despegar nuestros sentidos del escenario y lo que ocurre sobre las tablas, me agradó, también, el uso depurado del lenguaje sin caer en la grosería innecesaria ni el lenguaje vulgar.
La propuesta creativa proponía un tema escabroso y en ocasiones censurado por muchos, el transformismo y la homosexualidad. Quienes participamos como público, pudimos recibir, en el texto madre, un conflicto adecuado y que condujo el desarrollo de la trama, en mi opinión, amor y desamor, pérdida y encuentro, perdón y reconciliación, maldad recubierta por el dinero que puede comprar casi todo y las tristeza y dolores de quienes, por mala suerte del destino, deben recorrer caminos tortuosos e infelices.
Debo destacar el buen uso de los elementos técnicos en la puesta en escena. Sobre la base de una escenografía sencilla compuesta por una cámara negra, una escala y algunos biombos, los juegos lumínicos permitieron crear ambientes imaginarios que focalizaron nuestra atención en diferentes puntos del escenario, los cambios rápidos de vestuario y accesorios, llamativos y coloridos, fortalecieron la actuación, como así también, el uso de música y canto pregrabados, dieron versatilidad y ritmo a la obra dramática. Sólo pudiera criticar, algunos ripios en la presentación actoral y la actuación propiamente, aunque el balance general debe ser el mismo manifiesto por el público asistente: Aplauso y reconocimiento por esta oportunidad de ver y ser parte de una amena representación teatral.
Finalmente, deseo reconocer y felicitar a los organizadores y gestores de ambas iniciativas, a quienes colaboran tras bambalinas, sonidista, técnicos de iluminación, funcionarias y funcionarios municipales de apoyo, tanto en sala como el la logística de estos eventos, a los encargados responsables, a la Ilustre Municipalidad y al público, pues poco a poco nos estamos apropiando y empoderando de este espacio cultural y de esparcimiento.
Marcelo Sepúlveda Oses
No hay comentarios.:
Publicar un comentario