Todos los pueblos, desde que conocemos la historia, han dejado plasmado en diversas y numerosas manifestaciones, rasgos particulares de sus creencias, filosofía y formas de interpretar los hechos físicos, naturales o trascendentes. Nuestra sociedad contemporánea denomina a un sin número dichas expresiones humanas: arte y cultura. Definimos cultura como la acción de cultivar las letras, las ciencias, etc. y arte como habilidad, talento o destreza para hacer bien una cosa. Quizás, equivocadamente, cuando nos referimos al arte y la cultura pretendemos situarnos frente a imponentes monumentos como la muralla china, las pirámides egipcias, música clásica, ópera, danza, teatro, literatura, etc. Ante la ventana abierta del siglo XXI que comienza, podemos afirmar que la cultura y el arte reconocen, hoy en día, una variedad amplia de conceptos y formas dignas de ser catalogadas como manifestaciones sublimes del espíritu humano. Así, por ejemplo, la creación especial de una tejedora de Rari cuando construye con sus manos una pequeña figurita de crín no sólo podemos apreciarla en el ámbito artesanal, que la sitúa en un rango un tanto menor en la escala valórica de las piezas de arte, sino que allí se esconde una obra de arte genuina.
Desde mi modesto punto de vista, creo pertinente considerar que, en el Chile de hoy, el arte y la cultura se encuentran lejanos y esquivos, Parral, Retiro, Longaví o Niquén no tienen acceso a eventos culturales relevantes; si bien, cada cierto tiempo, se patrocinan acciones artísticas y manifestaciones culturales de renombre o tradición, éstas no consideran un factor fundamental: La periodicidad. Este concepto debe ser considerado cuando se planean y proponen actividades artísticas en las regiones y comunas pequeñas. Para motivar, interesar y despertar talentos artístico en nuestros jóvenes es perentorio brindarles oportunidades permanentes y sistemáticas en un proceso planeado. Como en otras áreas, el fenómeno de la concentración en los grandes centros urbanos atenta contra la cultura local y las presentaciones de visitas o embajadas culturales y/o artísticas. Creemos, erróneamente, que la Escuela debe enseñar el goce estético, brindar variadas oportunidades de acceso a la cultura y fortalecer la creación artística en los jóvenes. Tarea propia de la sociedad en conjunto, todos debemos generar oportunidades de acceso a la cultura y el arte, reconocer la expresión vital del espíritu humano, aquel designado para grabar una impronta en el momento histórico que le correspondió vivir.
Cuando no se reúne público en una presentación teatral, no se puede interpretar esta acción como falta de interés, pienso más bien que el público requiere formación y educación. Si aprendemos a ocupar eficientemente nuestro tiempo libre y de ocio, se repletarán los teatros, las galerías de arte, se agotarán las ediciones de libros, disfrutaremos del buen cine y castigaremos a la televisión alienante y de mala calidad.
Pensemos el mundo que nos reúne como una gran obra de arte y pintemos nuestra historia local con todas las manifestaciones artísticas posibles. El arte y la cultura no puede alejarse de la comunidad, la comunidad toda debe convivir en una o múltiples miradas artísticas para todos.
Pueblo Natal del Poeta Pablo Neruda.
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sábado, agosto 02, 2008
ARTE Y CULTURA PARA TODOS
Enviado por el corresponsal Marcelo Sepúlveda Oses el 05 de Agosto 2008
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