lunes, enero 04, 2010



 FIN DE AÑO: EVALUACIÓN Y PROYECTOS
Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 04 Enero 2010
Comienzan a apagarse las luces de colores en los árboles de navidad, el viejo pascuero es un recuerdo descolgado en algún desván, hemos arrugado, quemado o destruido cientos de papeles de regalo, muchos de los juguetes que causaron furor en Noche Buena descansan desmembrados en algún rincón, sin rango, olvidados, desprotegidos. La vida continúa su dispar horizonte.
Comenzamos un nuevo año, se acumulan esperanzas, deseos, ilusiones y desvelos. Cada uno de los ciudadanos de este país ciframos compromisos en un futuro mejor, trabajaremos con pasión en el afán de cumplir metas y propuestas. Los proyectos decantan según las posibilidades abiertas sobre la base de diagnósticos certeros o equivocados. Sueños de fantasía proponen los niños. Los adultos mayores pretenden descansar después de una larga vida laboral dedicada a sus particulares quehaceres. La enorme rueda de la existencia no detiene su marcha.
Chile debe elegir un gobernante, cada elector sitúa en su voto una opción personal e íntima que resuelve en secreto consciente de su vital trascendencia. Nuestra tradición democrática asume la certeza de reconocer en quien sea electo Presidente de la República en el año del Bicentenario, a aquel quien será responsable de conducir el destino de la Patria durante los próximos años. Variados son los compromisos asumidos, múltiples las tareas y responsabilidades, recurrentes las necesidades. Por tanto, propongámonos ser colaboradores incansables en el afán de conseguir el bien común, una sociedad más solidaria y equitativa.
La celebración del Bicentenario nos convoca y reúne. Debemos ser capaces de analizar, evaluar y comprender el desarrollo de éstos 200 años de historia, aprender de los errores, potenciar los aciertos y proponer los ejes fundamentales sobre los cuales articular el futuro mediato y de largo plazo.
Aún podemos esperar una última visita en este tiempo especial que vivenciamos: Día de reyes, Melchor, Gaspar y Baltazar (Magos de Oriente, según el texto bíblico cristiano) visitarán al Niño Dios para ofrecerles sus obsequios. Que en cada corazón, en cada espíritu y en cada chileno el amor se constituya en el sentimiento motor del crecimiento y la promoción humana. Somos seres de paso, viajeros que uno junto al otro conforma una comunidad que añora paz y buena ventura.
Que este nuevo año se colme de alegría, bienestar, optimismo, confianza y esperanza en un futuro de esplendor, que las cosechas sean abundantes, que podamos disfrutar del tiempo libre y de ocio, que resguardemos cual tesoro la independencia y soberanía del amado Chile donde nos correspondió nacer.

Marcelo Sepulveda Oses

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