martes, julio 08, 2008

DETENGAMOS EL PASO
(Enviado por el corresponsal Marcelo Sepúlveda Oses el 07 de Julio 2008)
En el día a día de este siglo XXI, entre la vorágine de nuestra época, yendo de aquí para allá, preocupados del por venir, custodiando nuestras cosas, atesorando recuerdos, no nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, pues simplemente: Nos falta tiempo. Me falta tiempo para preguntar ¿Cómo estás, qué te sucede? Darme cuenta que mi amiga fue a la peluquería y está deseosa de un cumplido por su nuevo peinado, que mi colega de trabajo propuso una gran idea y es meritorio un reconocimiento de mi parte, pero estoy muy ocupado…

Hoy por hoy, la educación en Chile se enfrenta a tremendos cuestionamientos de toda índole y principios, el debate público pretende encontrar culpables, quisiéramos, como sociedad, proponer el camino correcto y obtener mejores resultados en un Proceso Educativo de calidad y para todos. Más, parecemos golpearnos contra una muralla. Aquellos Objetivos Transversales indicados, expresamente, en los Planes y Programas del Mineduc para toda Unidad Educativa, lamentablemente, no alcanzan arraigo en el quehacer pedagógico. Debemos enseñar y practicar la honradez, el respeto, la verdad, pero el medio social valida los anti-valores Creo, modestamente, delimitar una causal meridiana, responsabilidades compartidas ante este grave problema: Los padres y apoderados, muchas veces, no tenemos tiempo, nos falta tiempo para preguntar a nuestros hijos: ¿Cómo estuvo, hoy, la escuela? ¿Tienes tarea para mañana? Te recomiendo leer con atención este libro es una excelente obra. Es urgente la participación de los padres en el Proceso de Enseñanza Aprendizaje de nuestros hijos, la escuela debe enseñar, pero es el hogar, el núcleo familiar, donde se descubren talentos y se afianzan nuevas y mejores destrezas y habilidades, donde se practican virtudes, conductas acertadas y valores trascendentes. Dediquemos horas del día a los niños y adolescentes en edad escolar, ellos requieren el ejemplo de los adultos para fortalecer su proyecto de vida, de hombre y de sociedad. Los Padres y Apoderados debemos dedicar atención y compartir con los jóvenes en formación, así, el Colegio podrá cumplir, de mejor manera, la tarea que le corresponde. Como dice la letra de una canción: “Siempre hay tiempo…”
En otro ámbito, y no por ello menos importante, volvamos la mirada a los Adultos Mayores quienes dedicaron una vida entera a cumplir las tareas encomendadas, a construir esta sociedad que nos han heredado, pero en relación a la premura del paso del tiempo, les dejamos abandonados, sin cariño y muchas veces, desvalidos: Ellos requieren, urgentemente, una palabra amiga, un gesto cariñoso, un saludo en cualquier día.
Amigos, los niños y jóvenes estudiantes, como los adultos mayores, nos reclaman: Detengan el paso, regálennos unos minutos de su tan preciado tiempo.
Marcelo Sepúlveda Oses

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