Enviado por Luis Espinoza Olivares 04 setiembre 2016
LA
PRIMAVERA ACOGE EL REGOCIJO DE LA PATRIA
Con la llegada de Septiembre, los aires primaverales hacen
henchir el pecho de cada uno de nosotros quienes, sin distinción de clases ni
de ninguna otra especie, celebramos uno de los acontecimientos más importantes
de nuestra Historia: la formación de la Primera
Junta Nacional de Gobierno, presidida por don Mateo de Toro y Zambrano. Así
es ni más ni menos. Chile conmemora aquel 18 de Septiembre de 1810, oportunidad
en que los aires nacionalistas notificaron a la Corona Española de los deseos
de libertad e independencia nacional, lo que se concretaría años más tardes,
después de muchas batallas entre criollos y realistas.
Por lo tanto conviene aclarar que nuestro celebrado “18” no
es la Conmemoración de la Independencia de Chile, es solo el recuerdo de la formación
de la Primera Junta de Gobierno. Para ser objetivos, la fecha de Conmemoración de nuestra Independencia como Nación
ocurrió el día 12 de Febrero de 1818, oportunidad en la cual en la ciudad de
Talca el Director Supremo de la Nación don Bernardo O”Higgins Riquelme firmó solemnemente
el Acta que declaró la Independencia de la Monarquía Española.
¡Qué alegría más grande se vive en Septiembre! Primavera,
volantines, ramadas, cuecas, comidas típicas, niños corriendo, juegos
tradicionales, rodeos, desfiles… Todo esto y mucho más para recordar la proeza
de nuestros antepasados, quienes incluso dieron su vida para hacer de Chile un
país libre, soberano e independiente.
Sin embargo, muchas de estas tradiciones se han ido
perdiendo. Baste con observar cómo cada año ha ido en aumento el número de
chilenos que viajan a “celebrar” Fiestas Patrias al Caribe, Europa y otros
destinos planetarios, lugares en los cuales ni siquiera tienen idea del
significado que para nosotros tiene esta Fiesta Nacional. También, y no
pretendo crear polémica, cada vez se enjuicia más y más la legitimidad del
Rodeo como Deporte Nacional, al punto que en poco tiempo más simplemente
desaparecerá (insisto en la necesidad de no polemizar sobre este punto, es solo
un comentario).
Las Ramadas o Fondas son otro componente de nuestro
“Dieciocho” que se ha debilitado: la Cueca es una excusa para iniciar la
Fiesta, luego vienen durante toda la noche las Cumbias y las Rancheras, como si
estuviéramos en Colombia o en México. Claro, dirá alguien que la globalización
y la transculturización son las responsables, y por ello en muchas ramadas se
baila bastante rock y regetón. Pero, ¿cuánto hemos hecho por mantener viva
nuestra identidad nacional?
De los Desfiles ni hablar: en muchas partes éstos se han
transformado en simples vitrinas en las cuales las Instituciones y los Colegios
demuestran su poderío frente a la Comunidad; incluso se han constituido en una
instancia en las cuales muchas Unidades Escolares aprovechan para “marketear” sus
productos, dando a conocer los puntajes obtenidos en el SIMCE, en la PSU, la
Excelencia Académica y otras tantas virtudes para atraer clientela: es legítimo
hacerlo, pero en otras instancias, no en la Fiesta de la Patria. Además, no sé
a qué persona creativa se le ocurrió inventar la manida frase “rinden Honores a
las Autoridades” al referirse al paso de las Delegaciones en los Desfiles, en
circunstancias que lo correcto es decir “RINDEN HONORES A NUESTRA BANDERA
NACIONAL”. En Parral el Desfile Comuna se realizará el próximo jueves 15 de septiembre
en la Plaza de Armas.
Ni más ni menos, eso es lo que haremos en Septiembre con
tantos Homenajes a la Patria: “Rendiremos
Honores a nuestra Bandera Nacional”, aunque algún ego se sienta herido.
Nuestra Bandera representa el Símbolo Patrio más querido y respetado. Es
nuestra Bandera la que resume toda nuestra Historia desde los albores de la
Independencia. Allí está plasmado el heroísmo de nuestros héroes, hombres y
mujeres quienes trascendieron con sus ejemplos de amor a esta tierra. En la
Bandera está presente el esfuerzo de los anónimos obreros, campesinos,
intelectuales, dueñas de casa, profesionales, trabajadores en general, quienes
con su abnegada entrega han contribuido a engrandecer a nuestro querido CHILE.
Estimados: que Fiestas Patrias no solo sea una oportunidad
para degustar sabrosas empanadas y tomar chicha en cacho. Que tampoco sean unos
días para vacacionar. O para amanecerse bailando cumbias y rancheras. Todo ello
es legítimo para expresar la alegría de sabernos un país libre, soberano e
independiente. Que también sea una valiosa instancia para reflexionar en torno
a las anteriores generaciones que lo dieron todo para permitirnos que en la
actualidad gocemos de un hermoso país, el cual no cambiaríamos por ningún otro.
¡Chile, Chile lindo!
¡VIVA CHILE!
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