Recibido de Marcelo Sepúlveda Oses el 09 setiembre 2016
Chile está de fiesta y celebración,
nuestra Patria nos reúne en torno al concepto de nacionalidad y patriotismo,
Chile demuestra pertenencia a esta larga geografía de sur a norte, de
cordillera a mar, orgullosos de nuestra gente, nuestro paisaje y nuestra
independencia como Nación libre y soberana.
Estas Fiestas Patrias 2016
recuerdan, en Chile, la Instalación de la Primera Junta Nacional de Gobierno el
18 de septiembre de 1810 y las Glorias del Ejército, por tal, cada ciudadano
debe reconocer nuestra identidad propia y particular al sur del mundo, el sur
más extremo de todo Continente, retrotraernos a la cultura popular y criolla,
degustar los manjares que produce nuestra gente, recrear el baile nacional, la
cueca, como una danza exclusiva, proteger al cóndor y el huemul como símbolos
vivos de territorio nacional.
En cada rincón de la Patria se lucen
desfiles, actos y ceremonia de celebración, invocamos a Dios para que nos
proteja ante las catástrofes y conflictos, ante las disputas y violencia del
día a día, para que florezca por doquier el amor, la paz y armonía entre
habitantes de una misma Nación, para que el encuentro sea un valor fundamental
y el diálogo una condición básica del compartir.
Debemos admirar nuestro paisaje disperso
y múltiple, el calor abrazador del norte de la República y el desierto en
Atacama, el valle central como vergel y paraíso generoso que produce frutas,
cereales, legumbres y un sinfín de regalos preciosos que nos brinda la madre
tierra, el sur de leche y miel, nuestra Antártica novia vestida de blanco, el
Océano Pacífico que baña nuestras costas y que obsequia los preciados peces y
mariscos que llegan frescos a nuestra mesa.
Al momento de la fiesta y el
encuentro durante las celebraciones de Fiestas Patrias, moderar nuestro consumo
de alcohol, cuidar la dieta y compartir, con los más cercanos, entorno a una
mesa que sea signo de prudencia y mesura. Evitar los accidentes
automovilísticos conduciendo sin haber bebido alcohol o pasando las llave a
quien esté en condiciones de manejar.
Chile bendito por la mano del Dios
Padre Creador, bosque milenario de robles, alerces y araucarias, patrimonio de
la humanidad en Valparaíso y las Torres del Paine, acordonado por volcanes
majestuosos, límite de ríos que descienden regando la tierra y germinando
corriente eléctrica para ir a descansar al mar, aquí donde el copihue, flor
nacional, nos enamora en su perfección en el diseño y colorido inigualable,
cubierto por cada flor perfecta en su vestido y el canto mañanero de las aves.
Chile, en estas fiestas, es cueca,
chicha dulce, empanadas y asado, es danza y música, es alegría en los más
pequeños, encumbrar volantines, jugar al trompo y recordar nuestro acervo
cultural tan variado y múltiple.
Que nuestra reunión y encuentro se
desarrolle en paz y quietud, respetando al otro y asignando valor de
patriotismo a tal celebración como una muestra de nuestro espíritu festivo y de
conmemoración.
Fiestas Patrias para lucir con
orgullo nuestra bandera de tres colores, blanco, azul y rojo y una estrella que
alumbra el camino, para que cada niño aprenda el sentido profundo de la
Independencia Nacional, para que reconozca los versos clásico de nuestros
grandes poetas y los declame con pasión y entereza, somos una Nación de
hermanos que debemos trabajar incansablemente para alcanzar el tan ansiado
desarrollo para Chile y su gente, para que nos preocupemos de los más
desvalidos de la sociedad, los necesitados y los abandonados, aquellos que
postergamos por su condición social, por su cultura o capital cultural.
¡Viva Chile! ¡Vivan los chilenos! La
patria está de fiesta y todos juntos celebramos. Qué vistamos de alegría la
Fiesta de la Independencia Nacional.
Marcelo Sepúlveda Oses
No hay comentarios.:
Publicar un comentario