Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 23 Feb 2009
La última semana de febrero y los primeros días de marzo, en nuestro país, determinan una serie importante de acontecimientos que origina modificaciones estructurales de conducta, convivencia, organización social y familiar. Hoy, me referiré, someramente, a algunos de estos eventos y en particular aquellos que nos atañen de manera especial.
Culminan las vacaciones escolares, se inicia el año académico 2009, millares de niños y jóvenes ingresan a las aulas. Algunos, por vez primera, sumando el normal estrés de una nueva experiencia, por lo cual Padres y/o Apoderados deben estar muy atentos para acompañar a los más pequeñitos de la casa. Otros cambian de colegio, de ciclo escolar, de nivel, ingresan a la Universidad o Centros de Formación Técnica. Todos ellos expuestos a metas, tareas, ejercicios y la adquisición de nuevas destrezas y habilidades fundamentales para desenvolverse en la sociedad contemporánea. Ánimo, fortaleza y motivación para trabajar arduamente y confiar en una excelente promoción de curso.
Así también, es perentorio considerar el cambio de horario que se produce durante el mes que se avecina con el consiguiente desamparo a que nos vemos enfrentados debido a una modificación arbitraria del concepto tiempo mediante el cual organizamos cada tarea cotidiana. Valor y una sustantiva cuota de comprensión, ya que en esta decisión poco importa nuestro parece y estamos obligados a asumir con resignación una medida impuesta por ley, sin apelación.
En otro ámbito, aunque ligado a la última semana de febrero, La Villa Reina Luisa del Parral celebra un aniversario más de su Fundación, 214 años de historia transcurridos en esta ciudad ubicada en el extremo sur de la Región del Maule, orgullosa de sus tradiciones, comprometida en el desarrollo de su gente, sembrando la tierra de maíz, remolacha y trigo, un granero de arroz, viñas y frutas. Deseo saludar a cada ciudadano, hombre y mujer, niños y jóvenes, adultos mayores y aquellos que han partido, a los que destacan en todos los polos de crecimiento de esta Comuna y a los humildes servidores escondidos en cualquier recodo del sendero.
Muy especialmente, reconocer la labor, el empeño, empuje y constancia de una mujer, coterránea, hija de Copihue, MARÍA BRUNILDA VALLEJOS ACUÑA, quien, en mérito digno, ha sido declarada SERVIDORA ILUSTRE de la Comuna de Parral. María Vallejos, como Directora de la Biblioteca Neftalí Reyes Basoalto, aglutina, en torno a tan distinguido Centro Cultural, el quehacer de todos quienes de una u otra forma estamos ligados al arte y las manifestaciones artísticas. Tal distinción será materializada el próximo viernes 27 de febrero en el Acto Central de Celebración del Aniversario 214 de la Fundación de Parral organizado por la Ilustre Municipalidad.
Febrero enreda entre sus días el comienzo del ocaso veraniego, propongamos toda nuestra energía vital para obsequiar lo mejor de sí en las tareas que el Buen Dios nos ha encomendado.
Marcelo Sepulveda Oses
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