MIREMOS EL MUNDO CON OJOS DE NIÑO
(Enviado por el corresponsal Marcelo Sepúlveda Oses el 23 de junio 2008)
Ante la expresión actual de una vida acelerada, preocupados del reloj, las tareas por hacer, pendientes del tiempo y su paso inexorable, debemos plantearnos un alto en el sendero, mirar hacia los costados, reconocer a nuestros vecinos, dedicar una charla amena con el amigo olvidado, dar las gracias a los otros y pedir las cosas por favor. El siglo XXI nos ha reprimido al individualismo más absoluto donde imperan la televisión, mis prioridades y yo mismo, quizás, frente a este diagnóstico será prudente proponer un descanso, buscar herramientas que produzcan el acercamiento, el estar con los otros, poner en práctica aquel hermoso mandamiento nuevo regalado por Jesús Cristo: “Amar al prójimo como así mismo” Entonces me pregunto qué debo hacer y cómo lograrlo.
Desde esta incógnita en mi análisis, dirijo la atención a los niños. Sí, busco en aquellos pequeños incontaminados angelitos las respuestas y resoluciones a las más diversas problemáticas. Un niño no guarda rencor. Cuando sufre un altercado, de cualquier índole, con otra persona, a los pocos minutos ha olvidado y puede perfectamente volver a jugar con el agresor. Los niños son honestos, reconocen la verdad o la traición, no premeditan ocultar la verdad como a menudo lo hacemos los adultos, expresan sus sentimientos sin vergüenza, ríen a carcajadas o lloran desconsolados, confían en las demás personas. Cuando les obsequiamos algo, no les importa el valor comercial de la prenda o el producto, si este es apropiado para sus intereses, lo reciben con emoción. Busquemos, entonces, remedio a nuestros mayores problemas cotidianos en la experiencia de los niños; así, quizás, nuestra existencia diaria tendría más momentos felices, podríamos disfrutar con diminutos objetos no considerando el importe comercial de aquel.
Este mundo de hoy requiere espíritu de niño, seres adultos juguetones, capaces de reír, disfrutar una tarde serena del mes de julio en casa, pues afuera la lluvia arremete, crear mundos imaginarios donde nadie nos puede agredir, encontrarnos con los otros y aunque no nos conozcamos poder abrazarnos como hermanos, pues así, cuando concluyamos nuestro paso por la tierra, no tendremos arrepentimiento por aquello que dejé de hacer, por las risas reprimidas, por las lágrimas ocultas. Como niños, podemos reconstruir este planeta, jugar a enamorarnos de la majestuosa cordillera que vigila cada mañana, jugar a bañarnos en todos los océanos, a tener de mascota un tigre, una pantera, un puma o un león, aprendamos que el camino más corto para alcanzar la paz es pedir perdón, reconocer que nos hemos equivocado.
Busquemos, afanosamente, el corazón de un niño, su caridad intrínseca, el amor pleno y total. Este siglo XXI necesita millones de niños jugando a ser adultos, preocupándose de buscar, simplemente, la emoción en los pequeños juegos de la vida.
Marcelo Sepúlveda Oses
3 comentarios:
bueno yo creo que parral ha realizado cambios que son importantisimos para la sociedad y la humanidad ,me parece buenisimo darle una imagen imnovadora a esta ciudad "parral" ,pero creo que ahora nosotros los parralinos deberiamos darnos cuenta de que estamos mejorando y de que tenemos que cooperar para seguir haciendolo.3ºadministración
nombre:stephanie leiva
yo creo que parral ahora esta mas acogedora que antes por el cambio que realizo en la plaza creo que ahora esta mas clara y visible que antes porque por lo menos ahora tienen mas iluminaria
y es más segura
3ºadministración
nombre :nataly alvarez
yo creo que parral ahora esta mas acogedora que antes por el cambio que realizo en la plaza creo que ahora esta mas clara y visible que antes porque por lo menos ahora tienen mas iluminaria
y es más segura
3ºadministración
nombre :nataly alvarez
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