VERSOS DEL NUEVO SIGLO I
Motivado por la solicitud de algunos amables lectores y consciente que el fin último del oficio de escritor es la lectura de la obra creada, aquel fruto original que encarna sentimientos y un modo particular de mirar las cosas, es que hemos decidido realizar una entrega semanal, por este medio, de algunos poemas que forman parte de textos mayores. Así, gracias a la posibilidad permitida por el mundo virtual, los versos pueden recorrer la red y encontrar espíritus sensibles que les puedan acoger.
Comenzaremos con parte de los poemas seleccionados en Quirihue en el “III Concurso Nacional de Poesía Vate Francisco Contreras Valenzuela”
El texto lírico, como cualquier obra de arte, debe expresarse por sí mismo; por tanto, modestamente, les obsequio esto versos, ellos hablarán por mi voz:
“MADRE TIERRA”
Madre Tierra, ¡Perdóname! Sé lo que te hacemos…!
DESTELLO AL INICIO
- Alguien,
- inconsciente viajero estelar,
- semilla de otros ojos divinos,
- ojos de luz como destello original prístino,
- de pronto, respira desvalido, incógnito heredero
- cuando amanece la primera edad del tiempo.
- Hecho carne, hombre y mujer de lodo,
- dibuja esencias delicadas
- frente a la sutil mirada
- del cuerpo lacerado
- sobre la pila
- bautismal.
- Él,
- desde el confín
- en la altura infinita,
- anuncia, reclama,
- sentencia :
- “El reino no les pertenece…”
EDICTO
- Confundidos,
- ahogamos el recuerdo
- en un océano de añoranzas.
- Vamos deletreando profecías,
- palabras de chocolate y maíz,
- versos, risas, guerras digitales, semáforos,
- dogmas y un planeta cubierto de llagas.
- ¿Apocalipsis del quinto sol,
- rastro dibujado en las paredes de las pirámides…?
- Volvemos nuestros ojos
- (efigies de sal)
- cuando su mirada,
- omnipresente,
- parpadea
- y recrea todo lo creado
- a nuestras manos
- dado en gracia:
- “Guarda, en un dedal, cada universo,
- guarda la tierra, el pan de trigo,
- tus hijos, los sueños extraviados
- y dos o tres árboles recién nacidos
- (alerces, araucarias, canelos…)
- Flor de copihue rojas y azul cielo.
HERIDAS
Nota del autor:
Cuando el silencio de la noche descanse en la paz del sur inmenso abrigado por luciérnagas y voces antiguas de niños huérfanos, cuando la voz se atragante en la sequedad del desierto y el espacio sucumba entre naves de guerra estelar, jugaremos con tierra para construir nuevos hombres, hombres de barro, sin rostro ni manos, sólo hombres esperando la muerte
Un breve paso. Como un beso cuando el tren va ya en marcha cargando frustraciones y desvelos, dos o tres quimeras y un minúsculo suspiro que se aferra a las vestiduras del crucificado.
Parral, febrero del 2008 cuando se cosechó el trigo.
1 comentario:
Recibido en mi correo electrónico:
Felicitaciones señor Cubillos. Me encantó su interesante sitio. Sin embargo, por alguna razón, no he podido lograr la registración.
Quería enviar un comentario y no fué posible. Se lo adjunto y dejo que Ud. decida si lo publica.
Gracias y felicitaciones nuevamente.
Atte.
Beatríz
Comentario:
Además de bellos y profundos los poemas escritos por el poeta Marcelo Nicolás De Jesús, invitan a la reflexión. Con maestría, el autor lleva al lector a un recorrido fugaz pero intenso, dulce pero aterrador, sin embargo -real-.
Ahí estamos nosotros, nuestro mundo actual, la vida mísma y el ¡futuro?. Desde los inicios de la creación por la Mano Divina, hasta la auto-destrucción, compañera común en el mundo, el poéta ilustra el descontrol social.
Entre consumísmo, guerras, contaminación y mensajes de dolor se persive una risa débil pero esperanzadora... y los versos del autor que nos cuentan del imparable desastre.
Felicitaciones por éste espacio y gracias por la oportunidad. Hacía un tiempo que ya buscaba leer la obra de éste interesante poéta.
Beatríz
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