Enviado por Marcelo Sepulveda Oses el 23 Diciembre 2009
“Chile territorio indómito y fértil Provincia,” se escribió al nacer nuestra franja de tierra en el sur extremo del planeta. Nos maravillan los bosques y quebradas, los archipiélagos, glaciares, cordilleras y montañas, el océano impetuoso, desiertos y ventisqueros. Siembra abundante, frutos recién plantados, viñedos y huertos, maíz de la mazorca, trigo, porotos y lentejas, canciones de cuna para dormir a los pequeños, cuentos de abuelo que no terminan nunca…
Este Chile nuestro está de fiesta, doscientos años de vida independiente, años de aciertos y errores, de nacionalidad orgullosa, dignos herederos de los hombres de la tierra y la estirpe española, de cueca y rodeo, chicha, empanadas, vino tinto, volantines y trompos. Tierra de poetas. Neruda descansa en Isla Negra, Violeta da gracias a la vida, Claudio Arrau dibuja nuevas notas a las puertas del cielo.
Estimados amigos, vendrá el año del Bicentenario, vibra la celebración, actos oficiales, eventos conmemorativos, monumentos armados de esperanza alzados hacia el cielo, quizás en agradecimiento por las bendiciones, quizás rogando por buena ventura…
Quienes amamos esta tierra, los que resguardamos esperanza en un futuro mejor para la Patria, esta Patria vestida de blanco, rojo y azul, confiamos en el progreso, en el remedio certero para los males sociales que nos agraden, en una educación digna para los niños y jóvenes, trabajo, armonía, paz y amor.
Situemos en el centro de nuestra preocupación heredar una sociedad justa y equitativa para cada ciudadano, fortalecer el cuerpo y el espíritu de quienes nos suceden. Demos cobija y protección a la música y el deporte, al arte y la cultura, a la educación y el conocimiento.
Durante los últimos años, he manifestado mi opinión y comentario sobre el mundo que me circunda, este es un humilde aporte al desarrollo anhelado, especialmente, del Maule Sur. En mi calidad de Profesor no puedo desvincularme de la docencia, por tanto mi columna se articula desde esta Profesión y Oficio del cual me declaro absolutamente orgulloso, comprometido y feliz.
Que el espíritu de la Navidad acompañe a cada familia, es el cumpleaños del Niño Jesús y una oportunidad para extender los brazos y acoger a todos los hermanos. Estamos a las puertas de comenzar el año 2010, año del Bicentenario, vivamos orgullosos de ser chilenos, hombres y mujeres trabajando para construir un mundo habitable, buscar el camino del entendimiento, disfrutar del canto de las aves, del ruido del agua golpeando las piedras, acompañar al que sufre, tender una mano al desvalido. Así, cuando de pronto nos encuentre la muerte, podremos mostrar nuevos frutos y descansar en paz.
Marcelo Sepulveda Oses
Este Chile nuestro está de fiesta, doscientos años de vida independiente, años de aciertos y errores, de nacionalidad orgullosa, dignos herederos de los hombres de la tierra y la estirpe española, de cueca y rodeo, chicha, empanadas, vino tinto, volantines y trompos. Tierra de poetas. Neruda descansa en Isla Negra, Violeta da gracias a la vida, Claudio Arrau dibuja nuevas notas a las puertas del cielo.
Estimados amigos, vendrá el año del Bicentenario, vibra la celebración, actos oficiales, eventos conmemorativos, monumentos armados de esperanza alzados hacia el cielo, quizás en agradecimiento por las bendiciones, quizás rogando por buena ventura…
Quienes amamos esta tierra, los que resguardamos esperanza en un futuro mejor para la Patria, esta Patria vestida de blanco, rojo y azul, confiamos en el progreso, en el remedio certero para los males sociales que nos agraden, en una educación digna para los niños y jóvenes, trabajo, armonía, paz y amor.
Situemos en el centro de nuestra preocupación heredar una sociedad justa y equitativa para cada ciudadano, fortalecer el cuerpo y el espíritu de quienes nos suceden. Demos cobija y protección a la música y el deporte, al arte y la cultura, a la educación y el conocimiento.
Durante los últimos años, he manifestado mi opinión y comentario sobre el mundo que me circunda, este es un humilde aporte al desarrollo anhelado, especialmente, del Maule Sur. En mi calidad de Profesor no puedo desvincularme de la docencia, por tanto mi columna se articula desde esta Profesión y Oficio del cual me declaro absolutamente orgulloso, comprometido y feliz.
Que el espíritu de la Navidad acompañe a cada familia, es el cumpleaños del Niño Jesús y una oportunidad para extender los brazos y acoger a todos los hermanos. Estamos a las puertas de comenzar el año 2010, año del Bicentenario, vivamos orgullosos de ser chilenos, hombres y mujeres trabajando para construir un mundo habitable, buscar el camino del entendimiento, disfrutar del canto de las aves, del ruido del agua golpeando las piedras, acompañar al que sufre, tender una mano al desvalido. Así, cuando de pronto nos encuentre la muerte, podremos mostrar nuevos frutos y descansar en paz.
Marcelo Sepulveda Oses
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