BALLET FOLKLÓRICO NACIONAL EN PARRAL

(PREPARADO POR EL PROFESOR MARCELO SEPULVEDA OSSES)

Con el auspicio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Cooperativa de Ahorro y Crédito Oriencoop y la Ilustre Municipalidad de Parral se presentó en Parral ayer 4 de Octubre, el prestigioso ballet nacional.

Ante un Gimnasio Municipal copado por el público se presentó, en Parral, el Bafona con un despliegue exuberante de talento, calidad y profesionalismo.

Asistimos a una puesta en escena perfecta que permitió mantener la tensión del espectáculo desde el inicio. Desgranamos las emociones más profundas paridas sobre esta tierra en un viaje lúdico de danza, música y canto. Los poetas mayores bailaron su cueca, Victor Jara y la Violeta replicaron ecos guardados en la memoria delicada de nuestra historia. En un recorrido mágico por los rincones de Chile, la emoción inundó las galerías, transitamos por el centro de la República acompañados por los compases rítmicos de tonadas y cuecas, en el sur de lluvia cristalina domaduras y carreras escoltaron a los jóvenes enamorados y en el Norte gigante alabamos a la Madre, a la Reina de Julio.

Se hace necesario destacar, en esta presentación, una continuidad perfecta, sonido limpio e iluminación propicia que coronan un evento impecable. El montaje asume una presentación completa, bailarines, músicos y técnicos actúan coordinadamente en un afán de conjunto. Mezclas y mixturas de colores atrapan todas las miradas. El vestuario, de un diseño a propósito, provoca el aplauso del público. Sin abusar de los efectos especiales (las cámaras de humo se ocupan solamente en dos ocasiones) se presenta una muestra prístina y cuidada. La música instrumental y los cortes, con interpretaciones de los solistas del coro, actúan como perfectos nexos para sostener el conflicto de la obra.

El baile y la danza se transforman en el hilo conductor del evento sostenido por la música, la poesía de las letras de los temas musicales interpretados, coreografías dramatizadas, juegos de luz y sombra, silencios y el público cautivo, de atención exclusiva a los acontecimientos provocados en el escenario.

Sin lugar a dudas, presenciamos una muestra mágica, emotiva, plagada de recuerdos coreando letras antiguas. Respiramos, dos horas extasiados, las virtudes del arte, nos hicimos hermanos en un lenguaje universal, mientras los ecos del zapateo o los acordes de la Diablada acompañaron un sueño plácido.
La cultura, como bien intangible, se reconoce por su calidad y una propuesta estética definida, debemos copar los espacios públicos, ocupar el tiempo libre y fortalecer nuestro espíritu.

El público demostró su entusiasmo, participó, se hizo parte constitutiva del espectáculo, disfrutó cada montaje y reconoció el trabajo pulcro del elenco. Qué bien nos hace detener la marcha de las tareas y quehaceres cotidianos para encontrarnos en el deleite del arte, más aún cuando Parral y su gente responde a la invitación de las autoridades y la empresa privada y por sobre todo, distingue, perfectamente, la dedicación asignada en un espectáculo de esta naturaleza.

Nos resta agradecer a todos quienes hicieron posible participar de este encuentro ciudadano. Confiar en futuros eventos, seguros que la cultura y el arte debe buscar a la gente, encontrarse con el pueblo, dibujar sonrisas y hacerse parte de la vida diaria.

Marcelo Nicolás de Jesús